martes, febrero 28, 2006

 

Para todos los gustos… FIESTA DE LIBROS


Son, estos dos niños, hijos de Marilú, una trabajadora del sector de la prensa en la ciudad donde vivo.

Inmersos en la fantasía propia de esa edad, ojeaban en ese instante libros infantiles, recién comprados en la XV Feria internacional, cuyas actividades comenzaron aquí este 27 de febrero y se extenderán hasta el 5 de marzo.

Como ellos, he visto a decenas y cientos de niños, recorrer estanquillos, quioscos, librerías y otras áreas de venta, para pertrecharse de la literatura preferida.

Es la gran fiesta del libro y la lectura. Quizás la más sana de todas las fiestas o —como me dijo una mujer llamada Yenis Guerra— “el espacio y el momento más oportunos para hacer la mejor inversión”.

Por cierto, cuando tomé esa imagen, la mamá de ambos niños recorría también varios puntos en busca de ofertas acordes con su gusto y preferencias.

Con igual criterio, colegas como Yelanis Hernández, Adalys Ray, Miguel Díaz, Róger Aguilera y otros muchos más, se apresuraron a escoger, desde el primer día, entre los más de mil títulos a disposición de los lectores.

Eso puede parecer poco relevante. Pero no todos en el mundo tenemos el privilegio de disfrutar un acontecimiento cultural así, ni tampoco la posibilidad de destinar una parte del salario a comprar libros, gracias a que tenemos resueltas otras necesidades básicas del ser humano.

domingo, febrero 26, 2006

 

Otra vez... ¡FUEGO DE LECTURA!


El mismo interés con que personas de todas las edades salen de sus hogares, en junio y julio, para protagonizar cada nueva edición de la Jornada Cucalambeana (fiesta cumbre de la cultura campesina cubana) o para apreciar lo mejor de la magia, a finales de año, miles de tuneros se animan desde hace varios días ante el despegue, este lunes, de la XV Feria Internacional del Libro.

Tan “sanamente febril” como en Holguín, Granma, Santiago de Cuba o Guantánamo, la avidez por la lectura hallará aquí espacio en los más de 150 000 ejemplares que, de forma preliminar, serán puestos al alcance de los lectores, cifra que si bien supera a la del pasado año, podría verse presionada por la demanda.

Y hablando de la edición precedente, el programa que arranca este lunes a las 10:00 AM, no solo ofrece la posibilidad de adquirir libros ya conocidos, que tal vez no pudieron ser comprados antes, sino también unos 450 nuevos títulos, equivalentes a la tercera parte, o más, de lo que la Feria reserva para la ocasión, en casi una veintena de kioscos distribuidos entre esta ciudad y la llamada Villa Azul de Cuba (Puerto Padre).

Si a ello se añade la peculiaridad que ya signa a esta provincia: insertar cada año un grupo de novedades y sorpresas, es comprensible entonces que, de nuevo en este 2006, muchos tuneros esperen, rayando en el desespero, ese campanazo llamado a “incendiar” una vez más a los parques, plazas, calles y barrios, no entre las llamas del fuego, sino entre el fuego devorador e insaciable de la lectura.

jueves, febrero 23, 2006

 

GREMIO ALEGRE



No sé si en otras regiones (del Planeta, por supuesto) el gremio de la prensa será alegre y entusiasta, como aquí (en mi Cuba, desde luego)…

Tampoco sé si otros, en otras latitudes, tendrán el mismo espacio y motivos para ello.

Así pensaba hace unos minutos, mirando esta foto de los colegas Oscar Herrera y Gloria Cisneros: trabajadores de Radio Victoria, la principal emisora de esta oriental provincia de Las Tunas, ubicada unos 670 kilómetros al este de la capital cubana.

¿Denotan alegría, verdad?

Pues justamente ese ha sido el efecto de la noticia que aún corre y recorre todos los medios de prensa aquí, tras habérsele otorgado a este territorio el SEGUNDO LUGAR NACIONAL (detrás de los hermanos de Holguín), en la emulación por el Día de la Prensa Cubana: 14 de marzo.

Esa alegría —vale decirlo— está doblemente justificada, pues, como se sabe, el pasado año nos ubicamos EN LA CIMA de la emulación, lo que, de hecho, evidencia que hay estabilidad en el trabajo de nuestro gremio.

De todos modos, para divertirnos en familia, para pasar un magnífico rato de intercambio profesional o recreativo y para derramar júbilo, los periodistas, fotógrafos, sonidistas, correctores, camarógrafos, locutores y demás trabajadores de la prensa tunera no esperamos el veredicto favorable de un jurado…

¡Qué va!: lo hacemos durante todo el año, en nuestros órganos, en nuestros hogares o en la Casa de la Prensa: institución DE TODOS, con sus puertas permanentemente abiertas a quienes ejercen con pasión y dignidad la profesión, en esta provincia, en todo el Archipiélago cubano o en otras partes del Mundo.

lunes, febrero 20, 2006

 

MENSAJE AMIGO


Esta caricatura no fue tomada de una publicación cubana. Aparece en el sitio web de los círculos de la región de Lombardía, pertenecientes a la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, cuya dirección, desde hoy, es www.lombardiacuba.it

El aviso de la nueva dirección me lo ha hecho llegar el amigo Sergio Nessi, uno de los miles de italianos que vienen sistemáticamente a Cuba, a conocer la realidad de este país, a ofrecer su aporte, a estrechar lazos, relaciones, afectos y cariño entre ambos pueblos.

Precisamente la viñeta anuncia la próxima visita, entre el 3 y el 16 de marzo, de la Decimosegunda Brigada de Trabajo Voluntario Giovanni Ardizoni.

El pasado año, como en ocasiones anteriores, los integrantes de esa brigada cooperaron solidariamente en labores para mejorar centros de la salud, de educación y otras instalaciones de uso social.

Entre otros temas, el sitio web ofrece también amplia información acerca del creciente y justo clamor mundial a favor de la liberación de los Cinco cubanos, luchadores contra el terrorismo, que permanecen inconcebiblemente prisioneros en cárceles de Estados Unidos, sin pruebas ni argumentos que demuestren los falsos cargos de que se les acusa.

Alienta saber que en miles de lugares del mundo, hay quienes multiplican su cariño hacia Cuba, desafían la mentira y se convierten en transmisores de realidades que, como el Sol, no pueden ser ocultadas con un dedo.

jueves, febrero 16, 2006

 

¿QUE SE PUEDE HACER CON EL AMOR?


Hace apenas unos minutos, he recibido esta pequeña crónica, dedicada al 14 de febrero y publicada en el espacio digital de la Universidad de las Ciencias Informátias, como el trabajo central con motivo del Día de los Enamorados.

No fue escrita por periodista alguno; tampoco por un escritor o investigador. Brotó del pecho, y por los dedos, de mi hijo, uno de los miles de jóvenes que estudian esa especialidad en Cuba.

Despojado de la pasión que suele "cegarnos" a algunos padres, cuando de amor hacia nuestros hijos se trata, abro a ustedes la posibilidad de que también accedan a ese artículo, que sintetiza la sensibilidad de quienes se forman en cualquiera de las universidades de este país.



¿QUÉ SE PUEDE HACER CON EL AMOR?

Por: Félix D. Batista Diñeiro (colaborador)

Cuenta la historia que en el siglo tercero, en tiempos del emperador Claudio III, vivió un humilde cristiano llamado Valentino, predicador de la fe y los ideales de Jesús. El monarca Claudio había proclamado la pena de muerte para aquellos que profesaran el cristianismo como religión, pero Valentino no se amilanó ante las advertencias ni las amenazas de muerte, razón por la cual fue arrestado y llevado a prisión.

El carcelero encargado de su custodia pudo percatarse de que se encontraba ante un hombre de letras, y le pidió que instruyera a su hija Julia. La naturaleza había dotado a la bella muchacha, ciega de nacimiento, con una mente ágil y perspicaz.

Durante las clases, Valentino le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de sus creencias. Ella quedó tan maravillada que un día, arrodillada a los pies de Valentino, comenzó a rezar pidiéndole a Dios que le permitiera ver con sus propios ojos todo lo que el sabio le había transmitido… Y cuenta la leyenda que Julia pudo ver la luz del día a partir de ese momento.

Al día siguiente, 14 de febrero del año 270, Valentino fue ejecutado. Julia plantó junto a su tumba un almendro de flores rosadas, símbolo de amor y amistad duraderos.

Desde entonces, cada 14 de febrero, mensajes de amor y de afecto llegan a los más distantes parajes de la geografía mundial. En esta ocasión, como de costumbre, nuestro planeta se vestirá con la esperanza de que un mundo mejor es posible, y se olvidará, por algunos minutos, de las miserias humanas y de las penas que lo devoran a diario. Y lo hará porque, precisamente, es el amor la fuerza capaz de romper cualquier barrera, de aceptar cualquier sacrificio y de crecerse ante cualquier adversidad.

Es por ello que este 14 de febrero, pienso involuntariamente en todas esas personas que, por una razón u otra, no podremos estar al lado de nuestros seres más queridos. Y acuden a mi mente las imágenes del personal médico cubano que dedica horas de esfuerzo y tesón a salvar vidas en Pakistán, Guatemala, Bolivia o Venezuela, y que verán el amanecer del día del amor, tal vez, salvando del lecho de muerte a algún pobre anciano, o devolviendo la sonrisa al rostro fatigado de un niño, víctima de alguna enfermedad curable.

Inevitable resulta también recordar a nuestros cinco titanes de la dignidad, a esos valentinos de la moral y del decoro, que guardan prisión por amor, por un amor contagioso a esta nación que no cabe en 11 000 kilómetros cuadrados, y cuyo corazón palpita en las más disímiles latitudes.

Incluso es un buen pretexto el que nos da el día del amor para comunicarnos con aquellos que faltan en nuestras aulas porque cumplen con su deber de servir y ser útil, -aunque solo sean estudiantes-, en la hermana República de Venezuela.

A todo el que, por una razón u otra, pensará en quien ama a cualquier distancia de su tierra adorada, van dirigidas estas líneas. A ti, camarada. No importa tu nombre, tu sexo, tu nacionalidad o tu credo; no importa si sabes leer, o si has escuchado decir que en algún lugar del mundo, allá sobre el mar Caribe, existe una pequeña, pero inmensa Isla que responde al nombre de Cuba.

Si en algún momento sientes que llegas al límite de tus fuerzas, recuerda que no existen cosas imposibles; solo hay situaciones en las cuales debes recurrir a la inmensa fuerza que nos inyecta el amor para continuar.

Por eso, este 14 de febrero, no pierdas la posibilidad de estar al lado de las personas que convierten tu mundo en un cálido refugio. Para esas personas es importante escuchar algo tan simple como un “te quiero”, aunque a veces te resulte un poco difícil decirlo. Toma sus manos y fúndelas entre las tuyas, llámalas, escríbeles, háblales. En fin, hazles saber que son realmente importantes para ti.

- “¿Qué se puede hacer con el amor?” - , preguntó Silvio en cierta ocasión. Yo me tomo la inmerecida atribución de responderle: - Mimarle, avivar su llama y tenerlo muy cerca porque es un asunto del alma, como se siente a un amigo sincero, como a un faro y guía, como nacen los deseos cuando valen la pena.

Felicidades a todos y todas.

martes, febrero 14, 2006

 

MINUTO A MINUTO… AMOR


Duele. Quienes tenemos a la distancia de un segundo o de una caricia a la persona amada, no sabemos con exactitud cuánto duele un nuevo 14 de febrero —y cada uno de los 365 días del año— físicamente lejos del amor que, en cambio, sigue tus pasos hasta el último rincón del hogar o te alienta a escalar la cima del próximo segundo.

Así ha tenido que ser el amor de Rosa Aurora Freijanes y Fernando González Llort, desde que él y cuatro cubanos más fueron detenidos en territorio norteamericano, alevosamente procesados mediante un juicio carente de todo juicio, condenados sin pruebas ni argumentos reales y recluidos en cárceles de extrema seguridad, donde debiera ser "hospedada perpetuamente" la maldad de asesinos como Luis Posada Carriles (aún libre de sanción) y no la virtud de quienes luchan para proteger al mundo del terrorismo y de la muerte.

Acerca de ello conversamos durante un cálido mediodía, en la sede provincial tunera del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). Rodeada de niños, Rosa Aurora quemaba millas de cariño, ajena al tiempo en fuga, mientras derramaba con su rúbrica pedazos de ternura sobre la esquina de un libro, cuaderno, afiche o libreta, y saboreaba la mitad de cada beso para enviarle la otra porción a su Fernando.

"Estas son parte de las razones que me ayudan a superar el dolor de aquel injusto encierro y de esta separación física" —me confiesa, evocando tal vez la recomendación tantas veces hecha por él: "Quiero que siempre estés optimista, pero sin dejar de ser realista."

— Siguiendo ese consejo, ¿qué significa para ti este 14 de febrero, sin Fernando?

"Este no será mi primer Día de los Enamorados sin él. Han sido varios. Pero el hecho de que no esté físicamente, una vez más, no me derrumba; en verdad lo siento aquí, dentro de mí, en cada minuto de mi existencia y en cada paso que doy, porque todo cuanto hago pasa precisamente por cómo se sentiría él, qué pensaría, que me diría si estuviera a mi lado… y muchas veces hasta imagino las conversaciones que pudiéramos tener.

"Debe ser porque somos una pareja que hemos vivido con mucha intensidad nuestro amor y lo hemos compartido todo; de ahí nace la necesidad y la posibilidad de seguir compartiendo —aunque estemos lejos— cada minuto y cada segundo de nuestras vidas."

— ¿Fue siempre así?

"Quizás me enamoré de él como nos enamoramos todas las mujeres. Pero hoy puedo asegurarte algo: nuestro amor no es el del primer día. Ahora es mucho más grande; es mucho más amor. Yo pudiera decirte que extraño tremendamente a mi esposo, que lo recuerdo y necesito siempre cuando apago la luz, cuando me acuesto y noto el vacío físico que hay a mi lado. Pero se trata de una necesidad mayor, no sólo física; es también espiritual, de aliento, de intercambio a cualquier hora del día."

— ¿Qué virtud suya te ha llevado más a amarlo así?

El silencio momentáneo en Rosa Aurora no es búsqueda. Quizás sea selección. Son tantos los detalles en que anida lo verdaderamente grande… Por ello advierto que desearía resaltar la sencillez congénita de Fernando, su desinterés personal, el vínculo con quienes le rodean o "la extraordinaria capacidad de él, y de los Cinco, para transmitirnos a nosotros (sus familiares), la sensación de que todo marcha y marchará bien y de que no debemos preocuparnos o desesperarnos".

También pudiera prevalecer el cariño que él ha sembrado no sólo en su mamá, en su hermanas y en sus seres consanguíneamente más amados, sino también entre todos ellos y Rosa Aurora.

En cambio, tras unos segundos de dicha, ella prefiere reprimirse un suspiro y expirar una frase: "A Fernando lo distingue su sentido de la lealtad, de la fidelidad. Y esa virtud pasa por cada momento y por cada suceso o fenómeno de su vida: es la lealtad a Fidel y a la Revolución, a sus amigos, a su familia… a mí misma.

"A veces las parejas tienen desavenencias por situaciones de infidelidad. Y esa es la única preocupación que a mí jamás me rozaría la mente."

— ¿De las frases e ideas que han intercambiado en todos estos años de separación física, recuerdas alguna, en especial, sobre todo en días como el 14 de febrero?

"El me ha repetido muchas cosas, pero hay dos frases que nunca olvido: una es que voy a ser la mujer más feliz del mundo, y la otra es que la dicha que hemos vivido se va a morir de envidia ante la dicha que viviremos"

— ¿Y…?

"Confío en que así será; porque yo creo en él, creo en la razón… creo en nuestro Amor."

domingo, febrero 12, 2006

 

RETOÑOS


Desde hace 20 años comprendí una gran verdad: sólo sabemos cuánto nos han querido o nos quieren nuestros padres, cuando la vida nos concede el privilegio de tener un hijo.

Y aunque esa realidad me acompaña y me alienta DIA TRAS DIA, suele acentuarse en mí cuando se aproximan fechas como el 14 de febrero: Día de los Enamorados.

Debe ser porque para mí, como para millones de cubanos y de seres humanos en todo el planeta, Amor no es solo el sentimiento que media en una pareja de novios, en dos personas que se sienten atraídas o en quienes mantienen una relación matrimonial.

Si así fuera, entonces hoy, domingo 12 de febrero, tal vez yo estaría pensando únicamente en mi esposa Maribel Diñeiro, en mis amores de juventud o en mis novias de adolescencia…

Pero 48 horas antes de ese especial día, dedicado al Amor en el sentido amplio de la palabra, entre las numerosas razones que me alientan está ese “retoño de amor a dos manos”, que sigue germinando y echando ramas a casi 700 kilómetros de distancia, en una Universidad donde las nuevas tecnologías informáticas se enamoran cada vez más “ardientemente” de la juventud y viceversa, gracias a que, para ello, no importa el color de la piel, el ingreso financiero familiar, la procedencia social…

Por eso, aunque parezca un exceso de pasión, pongo en órbita la informal imagen que acompaña a estas líneas.

Confieso que pudiera ser otra. Tal vez una de esas fotos en que mi hijo Félix Daniel aparece junto a nosotros (sus padres), divirtiéndose sanamente con sus amiguitos de infancia, jugando fútbol en el preuniversitario, bailando en una fiesta o participando en un evento científico…

Pero he preferido que sea esta imagen, tomada aquí en mi hogar, durante las últimas vacaciones, en compañía de su novia Nancyta: quien, aún estudiando a casi 1000 kilómetros de él (en la oriental ciudad de Santiago de Cuba), sigue infundiéndole tantas energías, motivaciones y amor, como hace más de un lustro, cuando ambos intercambiaron el primer regalo de enamorados, seguros de que en un país como este, cada año tiene 365 días de Amor.


martes, febrero 07, 2006

 

LA ETERNA VIGILIA DE MARICELA


Mientras observo a las personas que acuden frente a la Oficina de intereses de los Estados Unidos en La Habana, para condenar con su presencia el crimen, el terrorismo y la ignominia contra Cuba y contra el mundo, vuelve a mi recuerdo Maricela Leyva González, una mujer tunera que desde el 6 de octubre de 1976 vive en permanente vigilia.

A partir de aquel día murió la alegría en su humilde hogar. Toda la felicidad familiar ardió, primero en el aire, para sumergirse luego en las profundidades del mar, cerca de una playa paradójicamente llamada Paradiso, en Barbados.

La perversidad del terrorista Luis Posada Carriles, el mismo asesino que hoy goza de impune protección por parte de la Casa Blanca, puso fin aquel día, a la vida de 73 personas (entre ellas la de Carlos Leyva González, hermano de Maricela), al hacer estallar en pleno vuelo a una pacífica aeronave civil de Cubana de aviación.

Era Carlitos una de las más prometedoras figuras del esgrima juvenil cubano, cuyo equipo retornaba con resonantes lauros a la Patria.

“Es el golpe más duro que ha recibido mi familia —me dijo una vez Maricela— Mi madre quedó traumatizada; no pudo volver al trabajo, creía ver a mi hermano en la puerta de la oficina, tal y como él hacía cuando iba a verla allí. Finalmente mamá murió, con aquel inmenso dolor por dentro. Sufrió una trombosis cerebral.

“Mi padre había fallecido, a causa de un infarto masivo, tres años después del crimen. Tampoco había logrado reponerse. Recuerdo que antes del viaje a Venezuela papá se acercó a mi hermano y le dijo: ten mucho cuidado Carlos Chicho (así él le decía), mira que el mundo está revuelto...

“Carlitos le respondió que no se preocupara, que la muerte llega por sí misma en cualquier momento, sin uno buscarla. Y Papá se quedó mirándolo de una manera muy triste, con una expresión extraña, como si se estuviera despidiendo de él para siempre.”

Casi 30 años después, en Maricela prevalece aquella misma mirada (acaso heredada del padre, acaso “de mamá”), sobre todo en días como estos, en que desde la pupila de once millones de cubanos, ella busca en la distancia la silueta cándida de Carlitos, o el veredicto justo de un tribunal que juzgue a criminales como Posada Carriles, aunque jamás resarza la fisura que agrieta en dos el pecho de quienes han perdido a sus seres más queridos bajo la ensangrentada mano del terrorismo.

 

PECES VS MOSQUITOS


Negar que el impertinente Aedes Aegypti sigue moviendo “suelo y agua” para afectar la salud humana, sería injusto hasta con ese mosquito, al que en 1881 el eminente científico cubano Carlos J. Finaly le quitó la careta, por los siglos venideros.

Pero si pertinaz es la impertinencia del díptero (ayudada muchas veces por la negligencia de algunos indolentes que les facilitan un confortable hábitat en recipientes, cascarones de huevo, pantanos, vasos espirituales y en otros hospederos), no menos contumaz es la postura de quienes les han declarado la “guerra a muerte”.

De ello me he percatado con creces nuevamente, durante estos días, en el “teatro de operaciones” del barrio donde vivo.

Ayer, como de costumbre, llegó a mi casa Orlando Rámiz, uno de los trabajadores que interviene en la cruzada contra ese peligroso vector capaz de trasmitir enfermedades como el dengue.

“Casi seguro viene a chequear los depósitos —pensé— o a renovar la dosis de abate.”
Mas, no fue así. En una mano traía una lata de mediano tamaño y en la otra, nada más y nada menos que… ¿un caso o cucharón?. Para mayor curiosidad, dentro de la vasija había un verdadero festín de pequeños pececitos.

— ¿Qué, los vendes o los crías? —le pregunté a modo de jarana.

“Nada de eso, seguimos combinando los métodos de lucha” —ripostó sonriente.

Entonces supe que en pozos, cisternas, tanques elevados y otros recipientes no destinados al consumo humano directo, se continuaba aprovechando la extraordinaria capacidad que tienen esos diminutos animalitos para devorar cuanta larva sea depositada por cualquier “mamá Aedes”.

Según referencias del propio Rámiz y de otros compañeros que toman parte en la campaña, gran cantidad de focos han sido aniquilados con éxito gracias a esa alternativa de control biológico que, por cierto, goza de gran aceptación en los vecinos, sobre todo entre los niños, quienes suelen convertirse en apasionados guardianes hogareños, para que ningún “guerrero” (pececito) muera o vaya “a la otra vida”, descargado por la taza sanitaria o por un conducto similar.

Parece una sencillez. Pero detrás de esa medida está también la grandeza de un proyecto como el de este país, que para proteger la vida humana no establece diferencias entre la capacidad de desembolsar millones de dólares en la compra de productos químicos y equipos para combatir a un agente transmisor de enfermedades, o en combinar medidas de ese tipo, con algo tan elemental y tierno como el empleo de esos pececillos, que tanto sosiego han traído al hombre desde remotos tiempos.

(Agradezco a mi amigo Yaciel Peña de la Peña
la caricatura que acompaña a este texto)

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