martes, diciembre 23, 2014
POR FIN EL ABRAZO, COÑO
Siempre tuve la impresión de que sería posible.
El abrazo que alguna vez nos anunciamos –en aparente quimera para los escépticos, pero totalmente real para quienes hacen anidar y que germine en su interior el optimismo- ¡Llegó!
… quizás no tan “pronto” como las perversas dos cadenas y tres lustros hacían suponer.
… tal vez no tan “pronto” como indicaban la irracional negativa de visa para Adriana.
… quizás no tan “pronto” como tratarían de impedir a toda costa y a todo costo quienes presionaron desde el principio para convertir el caso más transparente y humano en la historia de los derechos humanos, en la historia más oscura y penosa de la jurisprudencia universal…
¡Pero llegó! Aquel abrazo ¡Llegó!
Ocurrió el pasado sábado 20 de diciembre. Día para no
olvidar. Instante como para no dormir noches enteras fue aquel, rumbo ya a la
mitad del día, cuando entre corazones desbocados por todas las salas y pasillos
del Palacio de las Convenciones, advertí la mano de Adriana que le indicaba a
Gerardo: “allí, allí…” mientras mis ojos buscaban, con desesperada calma, al
menos el abrazo óptico de la primera vez.
Segundos más tarde, y gracias a la gentileza de una tierna mujer, empleada al parecer del propio Palacio, Gerardo y yo nos fundíamos en el añorado y anunciado abrazo, mientras Adriana solo sonreía. Sonreía y miraba, miraba y sonreía… con ambas manos en las hermosas y divinas curvas que para orgullo de El Gera, de Cuba y del mundo entero, exhibe su cuerpo ahora, acaso trasmitiéndole, caricia a caricia, aquella intensa emoción a su pequeña Gema.
¡Por fin aquí, compadre! ¡Al fin nos abrazamos, coño!
Y sentí que me apretaba; que lo hacía con toda la ya sí “desencadenada” energía de 16 largos siglos. ¿O alguien duda que cada inclemente y brutal año fue centuria?
No sé qué interminablemente fugaz tiempo estuvimos así. Creo que el suficiente como para sentirme a siglos luz de cualquier vestigio de vanidad y a solo “un pelo” del lamento. Sí, porque lo único que lamenté en aquel instante fue que no pudieran hacer lo mismo allí mi hijo y su mamá, la Reina (Torres) de mis días, Andy Daniel, Raffaele Testagrossa, Marcial Flores, Jorgito El Camagüeyano, Alicia Jrapko y Bill Hackwell, Katrien Demuynck, Manuel López, Bill Ryan, mis colegas de profesión, mis amigos, mis vecinos, Cuba entera, el mundo en peso…
Pero sucederá. Nadie lo dude. El abrazo de –y a- Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René apenas ha comenzado. Unos pocos cubanos tuvimos el privilegio de recibirlo y de reciprocarlo en la propia “rampa temporal de aterrizaje”. Pero las autopistas de la modestia, del cariño y de la sencillez que marcan senda en los Cinco, tienen permanente luz verde para que nadie se vaya de este mundo sin vivir en carne y sentimiento propios ese verdadero placer de pura y cubana naturaleza que van a perderse los escépticos, los que odian, los que no saben amar.
miércoles, diciembre 17, 2014
NOTICIA DE VERDAD
Hay verdades que parecen inciertas, sueños
que se tornan realidades, realidades tan fantásticas como el más sublime sueño…
La noticia del virtual regreso a la patria de Gerardo, Ramón y Antonio es una
de ellas.
Todavía estoy bendita y emocionalmente
“bloqueado”. Cuba entera se estremece. Una buena y mayoritaria parte del mundo
también.
Saber que pronto los tendremos aquí, en
casa, es la expresión real de lo maravilloso a pie de cada hogar cubano. No
menos impactante, el anuncio hecho por nuestro Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros en torno al restablecimiento de relaciones diplomáticas
con Estados Unidos.
Puedo imaginar el tierno tropel de emociones
y de sentimientos que se agolpan dentro de los familiares más allegados a nuestros
tres hermanos injustamente encarcelados y el semblante de Fidel: el primero en
quien pensé cuando saltando de alegría mi colega Onaisys se me acercó en el
Palacio de las Convenciones, hoy en la mañana, para darme la noticia… ¡Y esa sí
es, técnica y periodísticamente hablando, una noticia de verdad! La noticia del
siglo.
Diecisiete de diciembre. Hasta San Lázaro
está vibrando en este minuto a ritmo de merecida alegría.
Anoche me preguntaba yo qué hacer, cómo,
dónde y con quiénes despedir este ya agonizante 2014.
El próximo retorno de El Gera, Tony y Ramón
despejan toda duda en mi interior y rompen cualquier posible planificación
preconcebida para dar paso a una certeza absoluta e innegable: donde quiera que
me sorprenda el primer segundo del venidero 2015, rodeado de seres
entrañablemente adorados, sentiré el privilegio de haber vivido el fin de año
más hermoso en la historia completa de Cuba y la dicha de ser el hombre más
feliz del mundo entero.
Bienvenida a todos, ¡Por fin!, la razón, la justicia, la verdad.
viernes, diciembre 12, 2014
NACIÓ LA HIJA DE YON
Port Loko, Sierra Leona, África. 5:30 de la tarde. El autobús que cada día transporta a los miembros de la Brigada médica cubana que cooperan en el enfrentamiento a la pandemia del ébola, regresa del centro de tratamiento a esa enfermedad. Desde Cuba, una llamada surca ansiosamente el éter con destino al celular del tunero Yomch Alexei Turruelles Sao. La noticia lo hace saltar de puro júbilo. “Qué va, tengo que compartir esto con mi gente” —piensa, y pletórico de alegría grita: ¡Caballeroooooos, acaba de nacer mi hija, a las 11:40 de la mañana, tras una cesárea sin complicaciones, pesó 7.15 libras y se llamará Heidy… Heidy Yohana!
Las Tunas, 11 de diciembre de 2014.
Calle 36 número 3 (altos), en el reparto Aeropuerto. Acurrucadas, Idania
Rodríguez Fernández y Heidy Yohana comparten cama y calor humano sobre el mismo
lecho. Acaban de llegar, de alta, procedentes del hospital Doctor Ernesto
Guevara de la Serna. Situación:
inmejorable para ambas. Tan así es, que la bebita lacta semiadormecida, como
toda una princesita dueña absoluta del universo.