viernes, mayo 19, 2006

 

Algo especial PARA TI


No imaginé, al tomar esta foto en diciembre de 2005, que cinco meses después el azar me proporcionaría el complemento escrito ideal para situar al pequeño Andy Daniel en órbita por todo el Mundo.

Esa posibilidad acaba de ofrecérmela su entrañable tía, Lesvia Rivera, quien hace algún tiempo escribió las líneas que reproduzco a continuación:

Mi sobrino, Andy Daniel, posee le tierna sonrisa de los cinco años, gran inteligencia y sólo nueve deditos: dos en una mano, tres en la otra y los seis restantes entre ambos pies.

Sin embargo eso no le impide manipular correctamente cubiertos, lápices, vasos y hasta menudos objetos, sin ningún tipo de dificultad. Esta surge cuando la indiscreta curiosidad de algunas personas le hace notar que él es “distinto”.

Su “problema”, como erróneamente se le llama, no es de los peores, ni siquiera de los más notables. Malformaciones congénitas, accidentes y azares de la vida, cobran cada año nuevas víctimas entre los más pequeños. Algunos pudieron evitarse, otros no. De cualquier modo, lo importante es saber que NO son un problema esos niños.

Sé de muchos que, como Andy, no sólo asimilan esas dificultades físicas, sino que también logran superarlas y suplirlas con el desarrollo de otras actividades, con increíble destreza y habilidad para muchas cosas y, sobre todo, con el cariño, la ternura y la presencia que tanto necesitan y agradecen.,

Colaboremos con ellos, con sus amigos, maestros y familiares; hagámosles más placentera la vida. Ellos tienen muchas razones que los hacen especiales.

Andy Daniel es mi tesoro más valioso. Y hoy, mientras hago estas reflexiones, me doy cuenta de que lo único que tengo especial es precisamente él.

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La confirmación de eso que, con tanta ternura, escribió Lesvia, está en los resultados de un concurso, en el que más de 5 000 niños dedicaron dibujos a los Cinco cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo. ¡El pequeño Andy Daniel fue uno de los ganadores!

miércoles, mayo 17, 2006

 

Cine: UNOS DEBATEN, TODOS DISFRUTAN

Con opciones sin precedente para los niños (alrededor de una veintena de animados), no menos atractivos para adultos, y la intención de tributarle el reconocimiento que merecen los 20 años de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), transcurre aquí la XIII edición del Festival de apreciación cinematográfica Cinemazul.

El programa (16-21 de mayo) supera el enfoque competitivo en torno a la apreciación y al debate cinematográficos —a cargo de miembros de cineclubes de toda Cuba— para llegar a instalaciones, instituciones, centros y comunidades de Las Tunas, Manatí y Puerto Padre, municipio este último por donde precisamente nació el Festival, único hoy con esas características en Iberoamérica.

Entre las figuras que prestigian con su presencia este encuentro están Enrique Pineda Barnet (Premio nacional de cine), el eterno creador y realizador Juan Padrón, el animador y director Juan Ruiz y los destacados actores Adela Legrá y Rafael Lahera, con relevantes papeles en el filme Barrio Cuba: coproducción cubano-española dirigida por Humberto Solás, cuya premier tuvo lugar durante la apertura del evento.

Notable acogida han tenido también la presentación y debate, en plena comunidad, de la cinta Viva Cuba, con la presencia de su director Juan Carlos Cremata, y el debut de otras producciones, entre las que sobresalen el video-clip Mariposita y Cocuyo, de Juan Ruiz; los documentales Migajas de Luz (concebido por el tunero Eddy Crespo) y ¿Quién me quita lo baila`o? (acerca de la Legrá), así como la actuación de la compañía musical infantil Cocuyo, dirigida por Tony Miranda.

Además de una selecta muestra de la EICTV, durante el XIII Festival Cinemazul el público podrá acceder también a la presentación A contraluz, libro concebido por el investigador Luciano Castillo y publicado por la Editorial Oriente, como homenaje al fecundo quehacer que durante dos décadas ha desarrollado esa escuela al servicio de un cine nuevo y mucho más a tono con la realidad de Latinoamérica.

jueves, mayo 04, 2006

 

MAS LIBRES


No sé cuántos periodistas, fotógrafos, camarógrafos, sonidistas, directivos… tendrá la prensa en el planeta.

Tampoco tengo idea de cuántos habrán tenido la oportunidad de sentarse a hablar y a reflexionar verdades en torno a la efeméride de este 3 de mayo: Día mundial de la libertad de expresión.

Lo que sí puedo afirmar es que para un grupo de colegas tuneros (en el oriente cubano) devino excepcional y alentador momento.

Reunidos como siempre, en familia, meditamos una vez más acerca del sofisma que significa en casi todo este mundo el término “libertad de prensa”: frase enarbolada y utilizada por las mismas voces, agencias, transnacionales y amos que pisan, niegan, tergiversan, ocultan, silencian o manipulan la verdad, en perjuicio de las grandes mayorías.

Decir lo que conviene, hasta donde, cuándo y cómo convenga, o no decir sencillamente nada, deviene cada vez más la praxis de “los gigantes de la información mundial”.

Silencio total o tergiversación inescrupulosa, como los que prevalecen en el caso de los Cinco cubanos luchadores antiterroristas, injustamente procesados, sancionados y encarcelados en los Estados Unidos, son elocuente ejemplo de la llamada libertad de prensa o de expresión en sociedades tan supuestamente libres como la norteamericana.

Agresión o bombardeo directo y permanente de información, como los que desata esa poderosa nación contra Cuba por todas las vías desde 1959, fueron también motivo de meditación aquí este 3 de mayo.

Tampoco quedaron al margen las experiencias de Venezuela: tal vez el más nítido ejemplo mundial de guerra mediática sucia y absurda contra un gobierno y contra todo un pueblo, por parte de una minoría dueña de medios de comunicación privados, que ocupan el vergonzoso espacio perdido por partidos políticos desmoralizados, derrotados y sin apoyo popular.

Frente a tales realidades, mis colegas no sólo reiteraron la decisión de seguir haciendo el periodismo digno y objetivo de estos 47 años, sino que también subrayaron la certeza de que, a pesar de nuestras imperfecciones e insatisfacciones, los periodistas y la población de Cuba somos mucho más libres en materia de expresión y de prensa, que quienes viven de esa “historia” en otras latitudes, sin importarles acabar con la Historia y con el mundo entero.

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