miércoles, octubre 28, 2009

 

Naciones Unidas... “TRES TRISTES TIGRES” RAYAN BLOQUEO

¿Hasta cuándo Estados Unidos (cada vez más solo) se empecinará en mantener contra Cuba ese feroz bloqueo, condenado cada año por más y más países?

Pareciera una burla a la opinión pública internacional y a la ONU.

Desde 1992 el mundo condena esa hostil política de Washington… pero en la práctica “no sucede nada” después.

Hoy 187 países han dejado clara su posición al lado de Cuba. Solo dos se abstuvieron (Micronesia e islas Marshall) y tres votaron en contra (Estados Unidos, Israel e Islas Palau).

Y otra vez vuelvo a preguntarme: ¿La indiferencia signaría igualmente a Estados Unidos si el resultado de estas votaciones fuera inverso?

¿Qué le sucedería, pues, a mi pequeño-gran país si 187 naciones concedieran voto para que el imperio norteamericano asfixie hasta al último cubano?

Humm... no hay que ser profeta, ni exprimirse el cerebro, para imaginarlo.

…sólo que, afortunadamente, muchos ojos en el mundo ven cada vez más y mejor.

 

CARBONEROS

Ardua faena. Corte de la madera en pleno monte. Muchas veces entre la densidad del marabú (plaga vegetal espinosa). Ataque permanente del mosquito, sobre todo en las zonas costeras y pantanosas. Luego, el traslado, el montaje del horno, la quema, esa vigilia nocturna, la recogida, selección, envase…

Más de 200 hombres se dedican a esa legendaria actividad aquí en Las Tunas. Miles lo hacen en todo el país. No siempre un lente o un teclado revelan la modestia humana, el sacrificio, los rigores del oficio…

Por eso traigo estas imágenes a mi espacio, que es también el de quienes “cocinan” la madera sin calcinar los bosques: pulmones de la vida.

martes, octubre 27, 2009

 

MI FOTO DE HOY



Los vi balancearse tan plácidamente, mirando desde su vaivén la nueva escuela rural recién abierta para ellos… que no pude soportar la tentación de accionar el obturador de mi cámara.

La instantánea no fue tomada en la ciudad, ni siquiera en la periferia urbana, sino en La Estrella: apartado asentamiento rural de la geografía tunera (en el oriente de Cuba) donde la mano humana acaba de levantar esa hermosa instalación que aparece al fondo de esta foto, para que diez niños de la zona sigan accediendo a la educación donde mismo el huracán Ike derribó hace un año la escuela que había anteriormente allí.

miércoles, octubre 21, 2009

 

Cinco más Uno: HUMOR DE JUSTICIA

Puede parecer recurrente, pero no se pierde tiempo pensando o escribiendo de otras cosas, cuando se tiene al hermano tras las rejas, de forma totalmente injusta y alevosa.

Puede parecer recurrente, pero no se pierde tiempo pensando o escribiendo de otras cosas, cuando se tiene al hermano tras las rejas, de forma totalmente injusta y alevosa.

Por eso reflejo en este, mi espacio personal, la satisfacción que me provoca haber asisitido, hace apenas unas horas, al despegue del Proyecto Cinco más Uno, llamado a recorrer toda Cuba y a llegar incluso a otras latitudes.

El mérito no corresponderá jamás a quienes concebimos esa idea, sino a los humoristas que han puesto su talento y sensibilidad, una vez más, en función de lo que deviene reclamo en el mundo entero: la libertad de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René: los Cinco luchadores antiterroristas cubanos, prisioneros políticos en Estados Unidos desde hace más de once años… sin una sola prueba en su contra, sin delito comprobado alguno.

Cinco más Uno es el aporte modesto y digno del humor gráfico cubano, mediante la donación de al menos una obra (por cada artista) relacionada con esos Cinco hermanos.


La muestra inicial se halla en el vestíbulo del Teatro Tunas (ciudad de igual nombre), desde donde viajará a Guantánamo (extremo Este del Archipiélago) para iniciar un recorrido hacia occidente,por todo el país, en cuyo contexto se irá enriqueciendo con la inserción de nuevas caricaturas al pasar por cada provincia.

A la convocatoria lanzada por los artistas, escritores y periodistas, respondieron no solo humoristas tuneros, sino también de otras zonas regiones, tales como Pedro Méndez (de Villa Clara), Román, Chicho, Pérez (Santiago de Cuba) y Ángel Quintana (Holguín).

Honran ese espacio, caricaturas de Gerardo Hernández y la que dio pie al afiche acerca de los Cinco, bajo la firma del humorista René de la Nuez.

 

ANTONIO GUERRERO EN LA PUPILA DE ANDRÉS GÓMEZ

Como todo lo relacionado con los Cinco cubanos presos injustamente en Estados Unidos, me impresiona mucho el contenido de un mensaje que ha llegado a mí.

Son consideraciones muy personales de Andrés Gómez, líder de la comunidad progresista cubana residente en Miami y director de Areítodigital, quien tuvo la oportunidad de asistir a la vista para la resentencia de Antonio Guerrero.


De su, seguramente, apretado tiempo, Andrés sacó espacio para escribir y dar a conocer lo siguiente:


Por Andrés Gómez

La reciente audiencia celebrada en Miami de reducción de condena de Antonio Guerrero fue la primera de las audiencias en el proceso judicial impuesto a los Cinco a la que he asistido estando uno de ellos presentes. El motivo principal que quise estar presente en ésta es que quería conocer personalmente a Antonio.

Y ahí al frente y de espaldas a nosotros lo tuvimos por espacio de casi cuatro horas. Entró por una puerta lateral situada hacia el frente de la sala, y a todos nosotros que nos encontrábamos al fondo de la sala, que acompañando a su madre y a su hermana estábamos presentes para apoyarlo, nos miró con satisfacción y aplomo, mientras caminaba con sus tobillos encadenados hacia su puesto frente a una mesa al lado de su eminente abogado, Leonard Weinglass.

En ningún momento al preso le es permitido establecer contacto alguno con otras personas en la sala, siquiera visual, con excepción de su abogado. Terrible castigo este que hiede a tortura. Más presión y frustración por esa razón tenía que haber sentido Antonio durante la audiencia.

Antonio aparenta su edad. Hoy precisamente cumple 51 años de vida. Y como durante la audiencia Weinglass le recordara a la jueza, ha estado preso y aislado de sus seres queridos durante once años, los últimos siete de éstos en una prisión de máxima seguridad: desde sus 39 años, "el corazón de su vida", como elocuentemente calificara Weinglass a estos largos años de la vida de Antonio sufrida en prisión.

Está blancuzco, debido a la falta de sol, parte del cruel régimen diario en ese tipo de cárceles. Permanece delgado y un tanto físicamente frágil, lo que se me afirma por quienes íntimamente lo conocen, que es normal en él. Durante el transcurso de la audiencia se mantuvo ecuánime y firme. Irradia la serenidad de aquel que está consciente de su responsabilidad con su pueblo y ante la historia, como, de la misma manera siempre han gallardamente demostrado, sus otros cuatro hermanos.

Hay otras dos cuestiones en relación a esta audiencia que debo tratar. La primera es la razón por el acuerdo entre la defensa y la fiscalía, el cual recomendaba al tribunal que su nueva condena fuese 20 años de prisión. Debe estar claro que este acuerdo nada tiene que ver con el cargo falsamente imputado por el gobierno de Estados Unidos a Antonio por Conspiración para Cometer Espionaje.

Este acuerdo solamente tiene que ver con la condena a cadena perpetua que arbitrariamente se le impuso a Antonio por ese cargo. Acuerdo que obligó a la terrible jueza Joan Lenard --quien presidio el juicio en el 2001 y les impuso a los Cinco esas bárbaras condenas- a imponerle esa tarde a Antonio 21 años y 10 meses de prisión, el límite mínimo recomendado por la guía federal de condenas. A todos presentes en la sala fue evidente que la jueza Lenard se retorcía de rabia porque, obligada por las circunstancias, no pudo imponerle a Antonio una condena más cruel aún.

Miente la derecha, enfurecida al saber que en el peor de los casos Antonio ahora saldría de prisión en aproximadamente siete años -en vez de poder mantenerlo encarcelado por el resto de su vida como era el propósito de su condena anterior- al afirmar desvergonzadamente que Antonio reconoció su culpabilidad al aceptar ese acuerdo. El acuerdo sólo tuvo que ver con la condena. Nada más.

La segunda cuestión a tratar es realmente asombrosa. Es la explicación de la fiscalía -del gobierno de Estados Unidos- descrita por la fiscal, Caroline Heck Miller, la misma fiscal que representó al gobierno en el juicio seguido contra los Cinco, de las razones por las cuales la fiscalía llegó al acuerdo con el abogado de Antonio sobre la condena de 20 años recomendada por partes al tribunal.

Las razones son de carácter político y no de carácter jurídico ni humanitario. Es el reconocimiento por parte del gobierno de Estados Unidos que la opinión pública, en este país y en el mundo, le es adversa y condenatoria como resultado de la naturaleza
falaz y arbitraria del proceso judicial mantenido en contra de los Cinco y de sus resultantes condenas. Estado de opinión que es de tal magnitud que daña los intereses de Estados Unidos. En nada exagero su extraordinario pronunciamiento.

Tal es así que la jueza Lenard enfurecida con la fiscal la increpó diciéndole que cómo era posible que ella mantuviera ahora esa posición cuando por seis meses, durante el transcurso del juicio, en el 2001, calificó a Antonio de peligroso enemigo cuyas acciones había puesto en peligro la seguridad nacional, y que fue la
base de habérsele encontrado culpable del cargo de Conspiración para Cometer Espionaje y por tal condenado por la propia jueza Lenard a cadena perpetua.

Es así como en ese momento en esta audiencia se hicieron evidentes todas las mentiras en contra de los Cinco. El gobierno puso al descubierto que éste siempre ha sido un proceso político que nunca tuvo que ver con la verdad.

La afirmación de la fiscal Heck Miller es un evidente reconocimiento al éxito de los resultados obtenidos por el movimiento político en todo el mundo que por todos estos años ha venido denunciando el carácter arbitrario y mendaz de este proceso seguido por parte del gobierno de Estados Unidos en contra de los Cinco e inalterablemente exigiendo su inmediata libertad. Ahora más que nunca este movimiento tiene que redoblar sus esfuerzos hasta verlos libres.





martes, octubre 13, 2009

 

Antonio Guerrero: RESENTENCIADA LA INOCENCIA EN MIAMI

Acabo de leer que “por decisión de la jueza Joan Lenard, en Miami, Antonio Guerrero acaba de ser condenado hoy martes a 21 años y 10 meses de cárcel.

Comparada con la sentencia original (cadena perpetua más diez años), esta pareciera una justa decisión.

Quizás… pero a mí me ha dejado amargura mucho más allá de la pupila.

Para ser totalmente justos, Tony, como Gerardo, Ramón, Fernando y René no merecen ninguna sanción. Los Cinco debieran estar desde hace once años aquí, en Cuba, junto a su pueblo, entre sus familiares, al calor de sus respectivos hogares. Al menos esa es mi opinión personal y derecho tengo a expresarla.

Todavía nadie ha podido mostrar –ni podrá hacerlo- pruebas o argumentos reales que demuestren la veracidad de los cargos que se les imputan.

Ninguno de los Cinco puso, ni por un segundo, en riesgo la seguridad de esa poderosísima nación.

Fueron la politización de ese caso y la presión de la extrema derecha anticubana radicada en Miami, elementos catalizadores para dilatar, tergiversar, complicar y manipular un proceso que pudo ser resuelto en horas… si la justicia norteamericana hubiera sido justa.

Ahora habrá quienes interpreten el resultado de esta resentencia como expresión de flexibilidad, cordura y buenas intenciones.

Tal vez… pero yo siempre me quedaré con las realmente buenas intenciones que animaban, y animan, a los Cinco: descubrir e impedir la actividad de grupos confesamente terroristas contra Cuba desde La Florida.

Me quedo, por supuesto, al lado de todas las voces que seguirán pidiéndole al nuevo Nobel de la Paz (Barack Obama) y al sistema judicial estadounidense el único veredicto justo y posible para los Cinco: Libertad.

Y también me quedo con la seguridad de que Tony debe retornar ya, sin cadenas ni grilletes, para –como sentencia en su poema- seguir entregándonos a todos, de norte a sur y de este a oeste, la parte del amor en él escondida.


sábado, octubre 10, 2009

 

ARMANDO VUELVE A CALZAR SUS BOTAS DE COMBATE

Diciembre de 1958. Algo muy importante tenía que haber sucedido para que el capitán Erasmo Rodríguez se trasladara urgentemente hasta Placetas.

— Es que acabamos de liberar a Sancti-Spíritus” —informó.

Ecuánime, Ernesto Guevara le miró a los ojos y preguntó qué aldea era esa llamada así.

— No es una aldea, Che —repuso Rodríguez— es la ciudad más grande tomada hoy en Cuba por el Ejército Rebelde.

Hasta cierto punto, era lógico que el Jefe de la Columna 8 se sorprendiera con la noticia. Liberar a la legendaria villa no estaba directamente en plan. Sus indicaciones para Erasmo habían sido operar en la vía que conduce hacia Trinidad, carretera central rumbo a Jatibonico, otros puntos donde la situación lo permitiera y organizar la aplicación de medidas revolucionarias.

Tal vez por ello, tras escuchar al Capitán, el Che dispuso partir de inmediato en un yipi hacia la ciudad recién liberada.

En aquella victoria no habían mediado el azar ni la imprudencia. Luego de actuar con éxito contra el enemigo en pequeños poblados, el capitán Rodríguez había logrado entrar al pueblo, activar contactos, movilizar fuerzas y realizar acciones que condujeron a la rendición del adversario, finalmente en fuga. Diciembre de 1958 abría puertas a la nueva vida allí.

NI CAPITÁN, NI RODRÍGUEZ

Año 2005. Sentado en la acogedora sala de su hogar, en Ciudad de la Habana, el ya octogenario espirituano trae a superficie de diálogo momentos de profunda significación, archivados en el fondo de sus aún cristalinos recuerdos.

“Aquel día —relata— después de que el Che apreció la situación y le habló al pueblo desde la emisora espirituana, me comentó: creo que te puedo entregar los grados de Comandante por la toma de esta ciudad. Yo no dije ni una palabra. Concluyó diciembre. Vino la entrada triunfal a La Habana y un día me mandó a buscar a su oficina. Mientras me dirigía hacia allá, yo me preguntaba preocupado qué cosa habría hecho mal.

“Cuando me vio llegar dijo: Rodríguez, yo pensaba que usted cumplía las órdenes que recibe. Perdone Che —le respondí— pero necesito que me explique, pues no sé a qué orden se refiere...

“Yo le dije a usted que le daba los grados de Comandante —me recalcó en tono crítico o de regaño. Y le respondí: Bueno, usted me dijo que cree-iií-a que podía otorgarme esos grados. Entonces el Che soltó una sonrisa y le indicó a una compañera que buscara un sobrecito en el buró. Dentro estaban las estrellas, relucientes, de Comandante.”

— Pero entre los Comandantes del Ejército Rebelde no hay ninguno que responda al nombre de Erasmo Rodríguez...

“Fue el propio Che quien, durante la lucha, me había recomendado cambiar de identidad para evitar que el enemigo descubriera mi nombre e hiciera algo contra mi familia. Yo era muy conocido allí. Ante aquella sugerencia recordé a mi abuelo Erasmo. ¡Pues desde ahora —me dijo— serás el Capitán Erasmo Rodríguez!

“Y todo marchó bien hasta un día en que cinco mujeres tabacaleras contactaron con la tropa. Una preguntó si había algún espirituano. Los hermanos Acevedo respondieron: ¡Cómo no, el Capitán Erasmo! La joven dio dos o tres vueltas cerca de mí y se alejó. Yo tenía una barba bastante abundante. Volvió a preguntar y al recibir igual respuesta dijo: qué va, a ese lo conozco bien; es Armando Acosta, dirigente del Partido Socialista aquí.”

REBELDE DESDE LA NIÑEZ

No le preocupó mucho al entonces Capitán que aquella mujer lo identificara. De él, la zona tenía sobradas vivencias asociadas a una precoz rebeldía que se remontaba a sus... ¡Doce años!

“A esa edad me detuvieron por primera vez—cuenta— Yo despalillaba tabaco en mi tierra: Taguasco. Recuerdo que la gente empezó a conspirar para pedir que nos pagaran mejor el despalille. Algunos temían que yo me enterara y se lo dijera a mi padre, quien era una especie de capataz. Pero el lector de tabaquería me contó todo el plan con lujo de detalle.

“El día en cuestión, yo estaba un poco nervioso. La persona designada debía caminar hasta un punto del salón y mandar a salir. Como nadie lo hacía, no me pude aguantar más: salté de mi taburete y grité ¡Pa´fueraaa!, pero la gente entendió ¡Candelaaa! y se armó tremenda confusión; unos corrían, otros trataban de descubrir las llamas... Por fin se normalizó todo, fuimos frente al dueño (un isleño de un carácter tremendo) y como tampoco hablaba el que debía hacerlo, yo mismo dije lo que queríamos. El hombre aceptó, pero cuando los guardias se enteraron vinieron en dos caballos y me llevaron preso.

“Estuve como cuatro horas en una columbina o camastro. Cada rato un negrón grandote como una algarroba me decía: ¡Qué se habrá creído este vejigo, caraaajo, tengo más ganas de...! Y yo pensaba: Hum, ahora esto sí se está poniendo malo.

“Al verme, el sargento se molestó mucho; pensó que sus guardias se habían dejado engañar: un chiquillo así no podía haber encabezado aquella huelguita. Y me soltaron.
“Estuve preso 22 veces. La última fue a manos de Pelayo, en Guasimal. Hasta un discursito me echó para que yo renunciara y no me buscara más líos. Tuve que reírme. Él montó en cólera. ¡Pues esto se terminó! —me dijo— o nosotros acabamos con ustedes o ustedes con nosotros. Puedes irte.

“Entonces me paré y le respondí: ¡Claro que me voy! pero recuerda que somos nosotros quienes acabaremos con ustedes.

Y el tiempo lo demostró.”

POR SIEMPRE DE VERDE OLIVO

Nunca imaginé que un puñado de minutos (apenas 60) pudieran abarcar tantas vivencias, historia y sencillez humana. Acogido a la tranquilidad hogareña, a la lectura, al cariño familiar (antídotos contra los males del tiempo) Armando necesitaba el diálogo en que siempre basó su estilo de dirección y el vínculo con su pueblo.

Tal vez por ello, cada vez que intentaba incorporarme para despedirme y continuar viaje, él buscaba el grato modo de impedirlo… como si nuestra amistad (recién nacida allí tras un involuntario desliz periodístico en torno a su figura) se hubiera remontado a los decisivos días del Escambray o más allá.

Así, afable y comunicativo, lo recuerda su terruño espirituano. Así lo lloraron este 5 de octubre las márgenes del Yayabo. Así lamenta Cuba su muerte física, casi a los 89 calendarios.

Cremado, como deseó, retorna a su invencible Frente de combate (Las Villas), para seguir burlando las emboscadas del tiempo, desatando nudos sindicales, liberando a Sancti-Spíritus, avanzando triunfal, recibiendo el grado de Comandante, dirigiendo los CDR, entregándose al Partido, al Gobierno, representando a Cuba en el exterior y cumpliendo cada misión encomendada por Fidel, por Raúl o por ese heroico Guerrillero de boina y reluciente estrella (Che) a cuya sombra retorna con las botas calzadas como ayer, para continuar bajo la luz del Hombre Nuevo.

(Fotos: Cortesía de Rafael Alcántara)

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