martes, febrero 12, 2013

 

MI RAZÓN DE SER Y DE EXISTIR


"Ayer mismo" (hace apenas 27 calendarios), andaba correteando por la casa de los abuelos maternos, en pleno y saludable campo cubano, con una gorra de tela o un sombrerito de yarey acomodados hasta la base de las orejas...

Eran los hermosos e inolvidables días en que todo lo preguntaba, todo lo quería saber, todo despertaba en él la más ingenua, ocurrente y tierna curiosidad.

Cerré por unos segundos los párpados de mis ojos y cuando volví a abrirlos ya mi Pequeño Príncipe había alcanzado la divina estatura que muestra en esta foto.

Aún así, para mí continúa siendo de algún modo aquel mismo niño, a quien JAMÁS tuve que castigar, alzarle voces y muncho menos pegarle.

Horas y horas (tal vez siglos) de espontánea e interminable conversación, de padre a hijo, de amigo a amigo, de corazón a corazón, mantuvieron en él la candidez con que sí nace y crece todo niño, un racimo de valores, naturalísima modestia y una identificación conmigo a prueba del tiempo.

 Con tales atributos bien dentro, venció todas las enseñanzas de la Educación, las lecciones de la vida y hoy sigue andando. 

Por esas y por muchas más razones -que no podría expresar aquí en su justa medida o dimensión- yo sigo siendo el hombre más feliz, agradecido y afortunado de este mundo.

Ojalá todo ser humano tenga la posibilidad de sentir igual privilegio por medio de idénticos motivos.

Yo simplemente le doy infinitas gracias a la vida, cada amanecer, por saber que no es un sueño la existencia de mi hijo Félix Daniel.







This page is powered by Blogger. Isn't yours?