viernes, marzo 29, 2019
PELIGRO SOBRE DOS VULNERABLES RUEDAS
Este es el peligro que muchos padres desconocemos.
Peligro de cada día.
Y lo triste es que muchas veces, como en esta ocasión, estudiantes y jóvenes en general no escuchan la alerta que los adultos les hacemos, por su bien, a favor de su seguridad y de la vida.
miércoles, marzo 20, 2019
CIRCUITO NORTE AVILEÑO
Hermoso paisaje, el que acompaña al viajero por este tramo avileño de circuito norte, próximo a Chambas.
... solo eso pretendo ahora.
Queden, pues, con la imagen captada desde el auto, en movimiento, como segmento congelado de un entorno muy apacible, donde cientos de familias adoran su pequeña serranía.
Esta es Cuba.
martes, marzo 19, 2019
ATARDECER
... y no solo los amaneceres.
También los atardeceres de mi Cuba suelen ser una obra de arte natural.
SALUD EN LO MÁS ALTO
Las zonas montañosas de Ciego de Ávila, concretamente las enmarcadas en el Plan Turquino Bamburanao, en el municipio de Chambas, registran indicadores de salud muy positivos.
Baste conocer que durante más de cinco años se ha mantenido en cero allí la mortalidad en niños menores de un año, del mismo modo que no se reportan casos de bajo peso al nacer ni muertes maternas.
En ello incide la labor preventiva y de atención directa a cargo de médicos y enfermeras que laboran en diez consultorios médicos, asentados en geografía del mencionado plan.
Para más información usted puede acceder a la edición digital del periódico Invasor.
Muchas gracias.
viernes, marzo 15, 2019
AMANECERES
Supongo que todo el mundo vea sus amaneceres como los más hermosos.
Los de mi Cuba me parecen únicos. Y de hecho lo son. Sobradas razones tengo para sentirlo así.
No diré más.
martes, marzo 12, 2019
LA MAGIA DEL REPASADOR
De él se
habla muy poco; yo diría demasiado poco.
No creo
equivocarme si digo que fuera de su radio de acción es poco conocido, al menos
en el orden social.
Aun así,
el repasador es un personaje, un eslabón de apreciable utilidad en la cadena
productiva que convierte en azúcar cañaverales enteros.
Bien lo
sabe René Santana Montero, uno de los que realiza esa función durante la
presente zafra allá, en áreas agrocañeras del municipio de Baraguá, aportadoras de
gramínea para el central refinería Ecuador, en la provincia de Ciego de Ávila.
“La
misión mía, explica, es repasar para que no quede caña después del corte de la
combinada. Puede parecer que no, pero cañita a cañita el país puede perder
toneladas de azúcar.”
—¿Y qué
tiene que ver ese pomito que traes el bolsillo trasero del pantalón con el
rescate de la caña en el campo?
Modesta,
la sonrisa de René adelanta la respuesta propia del guajiro que un día dejó
atrás su querido Jagüeyal para aplatanarse o más bien para “encañarse” como un
plantón más en áreas pertenecientes a la Unidad Básica de Producción
Cooperativa 13 de Octubre:
“Este
pomito que ves aquí contiene un herbicida que no entiende con esas plantas que
invaden la caña; una de ellas es el llamado pili pili o leucaena. Nadie imagina
lo peligrosas que son para las cuchillas de la combinada. Por eso también es
importante el trabajo de los repasadores. Cuando se hace bien, uno puede
descubrirlas y eliminarlas.
“Si la
mata tiene semillas, la pico con el machete y la saco para fuera. Si no tiene semillas,
la picoteo ahí mismo y en el tronco le hecho el líquido para acabar con ella.”
–¿Entonces
caminas unos cuantos kilómetros en el día…?
“No
tantos como la combinada, pero sí camino bastante durante las ocho horas de
trabajo, para que el campo esté lo más limpio posible.”
Directivos
y conocedores del tema afirman que aves, otros animales, el viento, el agua y a
veces hasta la propia maquinaria de corte y tiro se convierten en vectores o
transmisores de plantas de tallo leñoso que devienen plaga para las
plantaciones cañeras, peligro para los equipos de corte y ruido para la calidad
de la materia prima que llega al basculador de los centrales azucareros.
Por ello,
aunque se hable poco del repasador, tal vez muy poco, hombres como René
acrecientan su valor ahí, a pie de surco y de plantón, haciendo lo que les
corresponde, o lo que es igual: produciendo también su azúcar, con el machete y
el pequeño pomo de herbicida a mano.
miércoles, marzo 06, 2019
MONÓLOGO EN BLANCO Y NEGRO
Reynaldo
“El negro” Ríos Cruz transpira una salud más de hierro que el metal mismo de esos
monstruos rodantes y cortantes, sobre los cuales acumula 34 años devorando y
mandando caña directamente para el central…
Y menos
mal (que su salud es de acero) porque, de lo contrario, no sé cómo enfrentaría
todo lo que se le viene encima a un operador de combinada desde que le declara
su propia guerra a esas plantaciones de la gramínea, donde concluir un campo no
significa irte a casa, darte un baño y ponerte a ver televisión, dormir o jugar
dominó… hasta mañana.
Si,
impecablemente limpio, con aire acondicionado, música, posibilidad de parar y
merendar a gusto, el conductor de un taxi de turismo termina exhausto, luego de
una jornada normal de trabajo, ¿cómo irá a la cama, casi a media noche, el
operador de combinada KTP, entregado al corte desde las 5:00 de la madrugada y
sin más pausa en todo el día que ese apresurado instante dedicado a almorzar, a
tomar agua, a reabastecer la máquina o a orinar?
Y el
sol que no tranza con nadie, y la pica pica cada vez más agresiva, y el sudor
saliendo a chorros, y los huesos y músculos pidiendo “un diez”, y a uno y otro
lado paja de caña, polvillo y partículas volando; volando y buscando un filo
para colarse en la cabina y acomodarse hasta en el blanco de los ojos… o en el
negro de los pulmones.
Lo sabe
todo el que se ha encaramado encima de uno de esos “bichos”, gracias a los
cuales ya no hay que picar la caña como lo hacían nuestros abuelos y
bisabuelos: a mano, a machete, a mocha, a quijada y coraje…
Nadie
imagine que “es jamón” mantener ese ritmo durante una semana, un mes, dos… El
cuerpo se adapta, todos “sus relojes y sistemas” también, pero hay que
afincarse duro de verdad.
Entonces,
de repente un buen día el Jefe del Pelotón de corte viene hacia ti para decirte:
¡Métele duro, que hoy te conviertes en millonario!
Y, en
silencio, repites: un millón de arrobas de caña. Y te echas al hombro ese
primer millón y quieres zumbarte el otro en menos tiempo aún.
…porque
es como una prueba de resistencia y de capacidad para ti mismo, porque sabes
que tienes voluntad para eso y para más, porque te hace muchísima falta todo el
dinero que puedas cobrar y más también a fin de resolver las mil necesidades
que claman por solución entre el techo y el piso de tu casa, y porque en eso de
echar caña para atrás, o para encima del camión y del remolque, no hay quien te
haga un cuento después de 34 zafras, millonario en todas y bimillonario en
nueve de ellas.
Y si a
ello se suma que Ángela Rodríguez, tu esposa, la mujer a quien decidiste unir
tu vida, la que te atiende, soporta, exige, cuidas y te cuida, está pegada
también ahí, en pleno cañaveral, cocinando para el pelotón, haciendo milagros
con lo que tiene a mano y hasta lo que inventa, como si fuera una maga…
entonces, compadre, no puedes molestarte porque el lente de Nohema te haya
captado en un instante, o porque los escasos segundos que convertimos en
diálogo contigo devengan esta suerte de monólogo, para evocar tu salud (física
y espiritual) de hierro, tu voluntad a prueba de sol rajando piedras, tu
condición de primer millonario sobre las KTP avileñas en esta zafra y la
posibilidad de que otros, como mismo tú, se sientan reflejados en este puñado
de líneas.
(Tomado de mí mismo en Invasor, con fotos de Nohema)