martes, enero 21, 2014

 

LOS CUATRO AÑITOS DE NANDA




Nanda (María Fernanda) acaba de cumplir cuatro añitos.

Como todas las niñas y niños de su edad, quiso un "pica-cake" en casa.

Su familia, por supuesto, la complació.

Lamentablemente, la lluvia impidió que asistieran todas las amiguitas y amiguitos invitados.

Pero Nanda fue feliz. La vi acicalarse, recibirlos, conversar con ellos, bailar frente al televisor, comportarse como la adulta que será mañana, sin dejar de ser fantásticamente niña.

Por eso la traigo aquí, a mi muro, donde sé que recibirá la felicitación y el beso de todos los que adoramos a las niñas y a los niños de este mundo.


         (Nanda conversa mientras aguarda por la llegada de otros niños)




viernes, enero 17, 2014

 

AUXILIO DESDE EL SENTIMIENTO



Aún recuerdo con cristalina precisión su figura. Yacía inmóvil, boca arriba, junto a la carretera central. Por esa razón aquel otro hombre salió rápidamente, haciendo reiterados movimientos con la mano en señal de auxilio.
Infante, el magnífico chofer con que contamos en la sede nacional de la Unión de Periodistas de Cuba, detuvo el microbús justo al lado del cuerpo inerte.

“No sé quién es –dijo el sujeto, mientras varios colegas se apresuraban a socorrer a la víctima-, solo me preguntó si el poblado de Gaspar quedaba muy lejos, entonces se desplomó y empezó a echar espuma por la boca. ¡Hay que llevarlo urgentemente a un consultorio o al policlínico!…”
Alrededor de nueve kilómetros mediaban entre ese lugar y el mencionado pueblo. Nueve kilómetros que parecieron cuatriplicarse a pesar de la segura velocidad que Infante logró imprimirle al microbús mientras, en la medida de nuestras colectivas posibilidades, cada quien hacía lo individualmente más aconsejable en un caso así: colocar al hombre en posición correcta para evitar una bronco aspiración, limpiar constantemente sus labios, facilitar la ventilación, abrir y tratar de suavizar sus tensos dedos, revisar el jolongo acompañante en busca de alguna posible píldora, medicamento o información útil…
La atención en el policlínico no pudo ser mejor. La eficaz intervención del personal médico ayudó a transformar rápidamente no solo el incierto estado de aquel hombre, sino también el semblante de quienes le auxiliamos.
“Continúen sin preocupación, yo soy de esta zona y puedo explicar lo sucedido e incluso ofrecerle más ayuda a ese pobre hombre si fuera necesario” –afirmó, antes de despedirnos con un criollo estrechón de manos, el ciudadano que había pedido ayuda junto a la carretera. 
Durante varios kilómetros, la conversación giró en torno al inesperado suceso. Todo indicaba que habíamos estado frente a un caso de epilepsia. Afortunadamente la crisis coincidió con la cercana  presencia de aquel noble ciudadano y con el paso del microbús por allí. De otro modo, es difícil vaticinar qué hubiera ocurrido. 
Veinte minutos después entrábamos a la ciudad de Ciego de Ávila. Tal vez ya para entonces el enfermo se había recuperado. Me gustaría ver la expresión de su rostro al saber que llegó a aquella instalación de salud asistido por miembros del Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba y presidentes de las provincias orientales y Camagüey, en transito hacia la capital del país.
Seguramente se lo contará con sano orgullo a su familia. Quizás hasta lo recuerde con frecuencia, agradecido, al pasar los años. Para Adalys Ray, Lourdes Palau y su tierna hija, José LLamos, Yuldys Márquez, Miozotis Fabelo e Infante aquella no fue más que una oportunidad para hacer lo mismo que hubiera hecho cualquier persona en Cuba a favor de alguien necesitado de auxilio… a favor de lo más preciado para el ser humano: la vida.

miércoles, enero 01, 2014

 

Mientras Raúl habla... COMPROMISO DE PUEBLO


 
Salgo de casa, apenas por un par de minutos —a riesgo de perder lo que otros siguen escuchando en todo el país— y, en efecto: la calle está completamente vacía. Ni un alma siquiera en el pequeño parque rodeado de edificios y viviendas familiares. Hasta las bicicletas, coches y autos que habitualmente circulan por este lugar parecen haberse “recogido” junto a sus dueños…

En otras partes de la ciudad el panorama prometía ser idéntico, minutos antes de que el reloj marcara las seis de la tarde.

Cinco o seis décadas atrás, la causa de tan escasa presencia humana a ras de calle, tal vez hubiera estado en aquel frío, por entonces tan consustancial a los meses de invierno. Pero este primer día de enero permite estar tranquilamente en camiseta e incluso sin camisa dentro del hogar, o con el más fino tejido en áreas públicas.

El motivo, indudablemente, es otro: Raúl habla. Lo hace desde la heroica ciudad santiaguera. Y hasta en el extremo más occidental del Archipiélago, radios y televisores acaparan el consiguiente interés entre cubanos de todas las generaciones.

Claro que hay expectativas. ¿Quién no desea para la nación un 2014 mucho mejor en el orden económico y financiero, equivalente a que también lo sea en el seno familiar? Para ello habrá que trabajar, y bien duro, desde luego.

¿Quién puede ignorar que seguiremos enfrentando bloqueo, subversión, guerra mediática y otros zarpazos similares?

¿Acaso es solo para Santiago el llamado a respetar la planificación física, el ordenamiento territorial y otras conductas o formas de disciplina inherentes a nuestra sociedad e imprescindibles para ella hoy?

Claro que no. 

Por eso, mientras Raúl interviene el grueso de la población escucha atenta en cada vivienda… Es obvio que todo el mundo lo sabe y lo siente: la Revolución “sigue sin compromiso con nadie absolutamente: solo con el pueblo”, tal y como reitera, antes de que su voz se mezcle con el aplauso de los santiagueros y con las múltiples expresiones que brotan en toda Cuba.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?