lunes, octubre 27, 2014

 

TONY, ARLEEN Y EL RADIECITO


Por intermedio de un amigo, me ha llegado esta interesante historia o relato, del puño, la letra y el sensible latido de Tony Guerrero. No haré -porque no necesita- comentario alguno. Solo invito a mis amigas y amigos a leer. Es un mensaje especialmente escrito por Tony para la periodista cubana Arleen Rodríguez Derivet:
  
Mi querida AG


Esta es la historia del RADIECITO (que sin aún verlo, te partió el corazón).

Cuando por primera vez pude escuchar la Luz en lo Oscuro, no era ese el radiecito que tenía. Era otro radio de los que comúnmente se venden en las prisiones. Ese no tuve la suerte de conservarlo, por otra historia que te contaré en otra ocasión.

Pero bien, este radiecito que llegará a tus manos fue el que me permitió por primera vez escuchar con bastante claridad todo el programa.

Estaba impartiendo mis clases del llamado curso del GED y se incorpora un joven dominicano, que le gustaba hablar mucho. Le decían Blin Blin. No recuerdo ahora su nombre.

En corto tiempo hicimos cierta amistad y me cuenta que tenía una "novia" cubana, en Cuba, con la que se escribía y tenía planes de casarse cuando saliera de prisión. Y entre su narración me afirma: "Yo escucho todos los días la radio de Cuba".

La verdad es que pensé, para mi interior: Este Blin Blin no puede ser más cuentero. Y, le dije: Oye, porque no me enseñas un día eso de la estación de radio que tú escuchas. Me respondió: Tiene que ser en la tarde noche. Mira, mañana nos vemos en el patio, si abren por la tarde. Voy a llevar mi radio.

No se me puede olvidar que estábamos sentados en lo que eran "las gradas" del terreno donde se jugaba fútbol y había varios dominicanos y puertorriqueños allí reunidos. En efecto, Blin Blin había salido con su radiecito, pero me dijo: Hay que esperar a que den las 7 de la noche. Creo que hacían recall, es decir, nos encerraban en los dormitorios a las 7 y 30 pm, y por supuesto yo estaba impaciente. Con un aire de seguridad, faltando un minuto para "la hora de la verdad", Blin Blin conecto un cable a un costado del radiecito e introdujo sus audífonos, poniéndose a la escucha. Al instante me exclamó: Aquí esta, esa es Radio Habana Cuba. Es imposible olvidar la emoción que sentí en ese momento en que podía oír, como si estuviera en la Habana, nuestra radio.

Días después, Blin Blin me prestó su radio. Radio Rebelde no entraba con la misma claridad de Radio Habana Cuba y yo continuaba pasando muchísimo trabajo para escuchar la Luz.
Blin Blin me explico el "truco" de su radiecito, ese que tu tienes o tendrás en tus manos. Tratamos de buscar uno similar para mí, pero no podíamos encontrarlo y en eso se llevan a mi amigo dominicano para el hueco y yo tenia en mi poder su radiecito.
Como corresponde hacer a los que tienen palabra, iba a devolver su radio, en lo que viene otro dominicano y me dice: Dice Blin Blin que te quedes con su radio, que él no lo necesita.
Bueno, la verdad es que en menos de un mes Blin Blin ya salía en libertad. No supe más de su vida no si se casó por fin con su novia cubana. Lo imagino a veces contando este cuento a su manera. Lo cierto es que fue un gesto lleno de desprendimiento y de cierta admiración, por el hecho de que ayudaba todo lo que podía a muchos reclusos a superarse y pasar los exámenes, en mi función de maestro.

En cuanto te comuniqué que lo que podía escuchar bien era Radio Habana Cuba, se movilizaron todos los que tenían que movilizarse para que la Luz saliera también por esas frecuencias. Esa es la patria que amamos y de la que nos sentimos muy orgullosos de pertenecer y de defender. El resto es la historia que se conoce de cada domingo en la que estamos ustedes aquí o yo allá, en fin, siempre juntos, por la magia de la radio y del cariño.

Mi más fuerte abrazo.
Tu AG
27 de octubre de 2014

          (Arleen, de rojo y negro, junto a Fernando, durante el espacio que  le dedicó la Convención de Radio y Televisión al tema de los Cinco cubanos)




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