Port Loko, Sierra Leona, África. 5:30 de la
tarde. El autobús que cada día transporta a los miembros de la Brigada médica cubana que
cooperan en el enfrentamiento a la pandemia del ébola, regresa del centro de
tratamiento a esa enfermedad. Desde Cuba, una llamada surca ansiosamente el éter
con destino al celular del tunero Yomch Alexei
Turruelles Sao. La noticia lo hace saltar de puro júbilo. “Qué va, tengo que
compartir esto con mi gente” —piensa, y pletórico de alegría grita: ¡Caballeroooooos,
acaba de nacer mi hija, a las 11:40 de la mañana, tras una cesárea sin
complicaciones, pesó 7.15
libras y se llamará Heidy… Heidy Yohana!
Euforia de alto vuelo. Pareciera que
la recién nacida tiene 16 padres. Todos corren a abrazar y a felicitar al joven
enfermero, quien con húmeda alegría a ras de pupila sigue apegado a ese pequeño
celular que no cesa de acariciar mientras habla, como si tuviera entre sus
manos las diminutas manos de la bebita.
La agradable información anima desde bien temprano arterias
de redes sociales y enternece el interior de quienes portan y cultivan nobles
sentimientos dentro y fuera de Cuba.
Aunque la nota no fue escrita por un periodista o
comunicador, sino por el doctor Enmanuel Vigil Fonseca,
miembro también de la brigada, las cinco palabras iniciales devienen
inobjetable y aprehensivo titular periodístico: NACIÓ LA
HIJA DE YON.
Las Tunas, 11 de diciembre de 2014.
Calle 36 número 3 (altos), en el reparto Aeropuerto. Acurrucadas, Idania
Rodríguez Fernández y Heidy Yohana comparten cama y calor humano sobre el mismo
lecho. Acaban de llegar, de alta, procedentes del hospital Doctor Ernesto
Guevara de la Serna. Situación:
inmejorable para ambas. Tan así es, que la bebita lacta semiadormecida, como
toda una princesita dueña absoluta del universo.
“Desde que nació no hace nada más
que eso: dormir y alimentarse” —comenta feliz Idania, quien compensa las
dolencias propias de la reciente cesárea con el grato recuerdo —devenido
permanente aliento— de su esposo.
“En él pensé todo el tiempo durante
el parto —afirma—, nadie imagina cuánta falta me hacía físicamente allí, pero
en verdad lo tuve, porque me acompañó espiritualmente de principio a fin.
Recuerdo que como a las dos horas hablé con él. ¿Qué si hubo lagrimitas? Claro
que sí. Al principio no podíamos hablar; luego sí, El: que yo me cuidara mucho
y que cuidara a la niña. Yo: que se cuidara mucho más él, por él mismo y por
nosotras dos…”
Facebook. La “noticia” relacionada con la
niña de Yon sigue generando comentarios: Felicidades guajiro, un saludo fuerte (Rotceh Ríos).
¡Felicidades, desde Argentina! Abrazo fraternal a
toda la brigada cubana, orgullo latinoamericano (Mariela Del
Rosario Prieto). Felicidades Yon y
familia! Lindo nombre la niña (Johana Tablada). Un gran, fraternal y caluroso
saludo de tus colegas de Trinidad y Tobago (Merlys Mojena). Parabens ao medico
y a su familia (Miranda Costa).
Felicidades Yon, cuidaremos a tu niña como a la niña
misma de nuestros ojos…
Desde luego que sí, Yon. No le faltará a
Heidy la atención que todo niño cubano recibe desde que viene al mundo. Por
ella, por Idania y por tus dos hijos de matrimonio anterior (Laura Lisbeth y
Luis Sergio) también extremarás precauciones tú
allá, en Sierra Leona, lugar hacia donde continúan volando innumerables
mensajes de aliento y de vida para ti y para quienes se le han atravesado
inclaudicablemente a la muerte.
# posted by Pastor Batista Valdés @ 8:14 a. m.