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 SE LLAMA FÉLIX Y SU MISIÓN ALLÁ SERÁ ASEGURAR REPRODUCCIÓN, EN AMOROSA CONVIVENCIA CON CINCO ESPIGADAS DAMAS DE ESA ESPECIE

   Cuando, once años atrás y con apenas cuatro de vida, la jirafa Félix llegó al Complejo Parque Zoológico Ciego de Ávila, muy lejos estaba de imaginar que se vería en la imperiosa necesidad de retornar algún día al Parque Zoológico Nacional, en La Habana, con la imprescindible misión de garantizar la reproducción de su especie en el país.

   Único ejemplar macho vivo hoy en el archipiélago, sobre él ponen mirada y esperanzas directivos y especialistas de la Empresa Cubana de Zoológicos, perteneciente a la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Flora y Fauna, del Ministerio de la Agricultura.

 Por ello, en medio de una cuidadosa operación, sujeta a medidas de alta seguridad, hace apenas unas horas se organizó el traslado hacia la capital cubana de ese atractivo animal, el más querido por parte de niños, jóvenes y adultos que en condiciones normales visitan el zoo avileño.

   Cinco elegantes jirafas hembras, tres de ellas adultas en edad fértil y las otras dos juveniles, pero que también deben estar aptas para monta y fecundación en un tiempo relativamente corto, aguardan por la llegada de Félix, según explica Alberto Martín Mora, director de bienestar animal en la mencionada empresa.

  Procedentes de la capital, el propio Martín Mora y Eduardo Padrón Ramos, director general, habían examinado de forma preventiva, durante casi nueve horas, la altura de todos los pasos, puentes y cables de redes eléctricas que hay en el trayecto, para evitar cualquier percance durante los más de 400 kilómetros que recorrería el cuadrúpedo, acompañado, además, por especialistas como Ariel Charchabal Ortega, técnico veterinario del Zoológico Nacional.

   De acuerdo con información ofrecida por Ariel González Moleiro, director del Complejo avileño, actualmente Félix tiene alrededor de cuatro metros de altura y pesa unos 800 kilogramos, 500 más de los que tenía cuando llegó a la central provincia.

   Según expertos y literatura especializada, el período de gestación de las jirafas es de aproximadamente 450 días y tienen la capacidad de caer en celo otra vez antes del mes.

   Sin experiencia de apareamiento o monta, el novato Félix emprendió, en fin, viaje hacia La Habana. ¿Sospecharía en ese instante lo que le aguarda allá? De así ser, en el momento de la partida su rostro no parecía reflejar la más mínima preocupación. Apacible sobre la jaula transportadora, le echó una última ojeada al cálido espacio donde durante años ha recibido las más tiernas muestras de cariño popular y de buen trato por medio de los trabajadores del zoológico.

   Optimista, ese colectivo supone que, una vez cumplida la reproductiva misión, la “espigada mascota de todos” regrese o, en su lugar, lo haga otra jirafa joven.

    Mientras tanto, porteros, guardaparques, técnicos, directivos, demás trabajadores y habitantes del territorio le desean salud, toda la virilidad del mundo, rápida descendencia y seguro retorno a ese tranquilo espacio que seguramente extrañará allá, en las fantásticas praderas del occidente cubano.

# posted by Pastor Batista Valdés @ 11:38 a. m.