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   El arribo de más profesionales de la ciencia médica procedentes de otras provincias, la introducción de medicamentos líderes de la biotecnología cubana, como el Nasalferón, sobre todo en hospitales afectados por eventos de transmisión institucional, así como el incremento de medidas organizativas, continúan sentando bases para acorralar más y cortarle paso al vertiginoso rebrote que desde el pasado 25 de agosto ha registrado el nuevo coronavirus en Ciego de Ávila.

   Con agrado, tanto la población como las autoridades políticas, gubernamentales, sanitarias y quienes forman parte de ese sensible sector, han acogido la presencia en el territorio del Ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, acompañado de un grupo de directivos, científicos y especialistas de centros e instituciones al más alto nivel.

  

Expresión de la prioridad que el país le concede a la situación que atraviesa la provincia, esas acciones buscan una mayor y más efectiva integración de conocimientos y de recursos para, conjuntamente con el potencial del territorio, ponerle freno a la propagación de la enfermedad, no solo en la cabecera provincial, epicentro de ella, sino también en los restantes nueve municipios, afectados también en distinto grado.

   Intervenciones muy concretas, sugeridas por el grupo de expertos que procedentes de la capital cubana visitaron recientemente el territorio, deben comenzar a surtir efecto en los próximos días si, como subrayó la doctora  Ileana Morales Suárez,  Directora Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud, todo se hace con el rigor que requieren las 29 medidas que de forma gradual pero sin pérdida de tiempo recomendó aplicar ese equipo.

   Análisis de la situación develan consenso, sin embargo, en que no solo con productos de alta efectividad y buenos médicos se logra el avance que cada vez más necesitan ver los habitantes del territorio.

  

Es decisiva, en paralelo, una respuesta social, desde cada núcleo familiar, expresada en formas concretas de comportamiento acordes con protocolos y con orientaciones del país, así como utilizar mejor potencialidades que no acaban de ser aprovechadas al máximo mediante la integración de organismos estatales, estructuras y  organizaciones como los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, los grupos de trabajo comunitario y otros factores de probado impacto en barrios y asentamientos, todo ello sin renunciar al distanciamiento y a la cautela que imponen el panorama actual.

   Calidad y constancia de la pesquisa activa, mayor agilidad en la búsqueda y aislamiento de sospechosos o contactos, intervención oportuna de carácter preventivo y terapéutico con lo objetivamente prudencial y posible, así como  exigencia por la observancia de lo legislado, son elementos en los que recurrentemente han venido insistiendo los Consejos de Defensa en municipios y provincia, a partir del ascenso en las cifras de casos positivos, graves, críticos y fallecidos.

   A pesar de ello, y de la adversa repercusión que suelen tener eventos como los registrados en los hospitales Antonio Luaces Iraola y Roberto Rodríguez,  en Ciego de Ávila y Morón, respectivamente, numerosas llamadas, mensajes, comunicación directa y otras vías por donde fluye la opinión pública revelan confianza y reconocimiento hacia el personal médico que durante intensas jornadas enfrentan al SARS-CoV-2, con la misma consagración que lo han hecho, o están dispuestos  a hacerlo, en otras partes del mundo, afectadas por la pandemia. 

   Todo eso, como han razonado el titular cubano de salud y los expertos que le acompañan, acentúa la convicción de que, sobre la base del potencial científico y médico que hoy tiene Cuba, la experiencia acumulada y el concurso de la población es posible darle un giro a la situación en provincias como Ciego de Ávila, La Habana, Matanzas y otras donde tampoco puede haber excesos de confianza, descuidos ni negligencias.