miércoles, julio 29, 2020
TURISMO CUBANO HIGIÉNICO Y SEGURO
La certificación de los hoteles Pullman y Meliá Cayo Coco, como expresión de un turismo higiénico y seguro, continúa confirmando las condiciones reales en que se encuentra toda la cayería norte del centro de Cuba, para volver a recibir clientes desde el exterior y dispensarles adecuada atención y una estancia libre de peligros o de preocupaciones.
Avaladas por los ministerios de Salud y de Turismo, las certificaciones y placas correspondientes emergen como resultado de un riguroso proceso que tiene en cuenta el aseguramiento de los protocolos fijados para las fases y etapas posteriores al azote del nuevo coronavirus.
Con notable aceptación en el exterior, por la calidad de sus servicios, ambiente sano, tranquilo y valores desde el punto de vista natural, las 42 instalaciones hoteleras asentadas en cayos al norte de Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey, están en condiciones de abrir progresivamente sus puertas al turismo internacional, según afirma Sergio Ramón Ricaño Pérez, representante del Gobierno de Cuba en esa extensa zona.
Tal y como también explica Iyolexis Correa Lorenzo, delegada del turismo en territorio avileño, a la par de labores de mantenimiento y reparación “que han dejado los hoteles mejor que antes de la Covid-19”, a lo largo de estos meses se ha capacitado a todo el personal que interviene en la atención del cliente, desde que este arriba al aeropuerto, se le realiza la prueba rápida y se le aplican las primeras medidas preventivas de desinfección, hasta que es recibido en el hotel, atendido integralmente durante toda la estancia y retorna a su país de origen.
Seguridad del turismo cubano significa también la presencia permanente de personal médico, de enfermería y técnico de higiene en cada instalación hotelera, información y comunicación oportunas, condiciones para aislar rápida y cómodamente cualquier caso sospechoso e incluso proceder sin pérdida de tiempo en instituciones de salud especializadas en el enfrentamiento a la enfermedad, si se detecta positividad en algún huésped.
Avalados ya, tras la supervisión y confirmación de los requerimientos que establece el proceso, varios hoteles continuarán recibiendo el certificado y la placa que los acredita como aptos para garantizar el turismo higiénico y seguro que todo visitante aspira a encontrar en Cuba.
El polo turístico Jardines del Rey dispone dentro de su propio entorno de variadas ofertas y alternativas extrahoteleras (delfinarios, ranchones, excursiones, pesca, buceo, paseos en bote, a caballo, en moto, jeeps, bicicletas, visita a cuevas, contacto con la fauna, observación de puestas del sol…) como para que el visitante no sienta necesidad de viajar a tierra firme en busca de distracción y placer.
Para todo ello, los cayos de las tres provincias cuentan con unas 22 000 habitaciones; a las que, según comenta Ricaño, deben sumarse más de 2 000 antes de que concluya el año, como resultado de un proceso inversionista que no se ha detenido en medio de la pandemia y que proseguirá.
La mesa, en fin —como acostumbra a decir el noble campesino cubano— está servida. Solo resta que a la importante labor de los turoperadores se sume la apertura de vuelos desde los países que tradicionalmente han elegido como seguro destino turístico a esas instalaciones cubanas… para disfrute de quienes vengan, para beneficio de nuestra economía.