martes, febrero 19, 2019

 

RAFFAELE TESTAGROSSA HA DEJADO DE RESPIRAR



Las fuerzas del mal, de la maldad humana, imperantes en cualquier parte del mundo, nos han dejado sin la cálida presencia física de Raffaele Testagrosa: italiano residente de manera permanente en Cuba, artesano de cuna devenido creador artístico desde que llegó a La Mayor Isla de Las Antillas y respiró, como dijo tantas veces, la tranquilidad de este país.

Manos asesinas, sin embargo, con el propósito de robar dinero o bienes, pusieron fin a su vida. 

El hecho se conoció el sábado 16 de febrero. Su cuerpo no fue descuartizado, como afirman varios sitios digitales. Los malechores sí lo intrudujeron en una maleta, luego de darle muerte con empleo de arma blanca. 

El acontecimiento ha provocado consternación. Primero, porque no es usual aquí. Segundo, porque Raffaele era MUY querido, admirado y respetado en esta oriental provincia, en la cual decidió radicarse hasta el final de su vida y a la que amó como a su propia tierra: Torino, Palermo.



Acerca de él se ha escrito bastante durante más de veinte años, sobre la base de una original obra sustentada en el empleo de vidrio (de diferentes tamaños, incluso "en polvo") y pigmentos refractarios, bajo efecto final de luz negra.


Muy comprometidas con la realidad cubana, sus piezas fueron  poderosa y persuasiva arma para demandar, ante el mundo, la libertad de los Cinco luchadores antiterroristas que resultaron injustamente encarcelados en Estados Unidos. Entre los temas más recurrentes, también están el rechazo al bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, la condena al terrorismo y el clamor mundial a favor de la paz entre todos los pueblos.





Exposiciones suyas ocuparon honroso y atractivo espacio en galerias de provincias como Las Tunas y Ciego de Ávila, aunque tuvo presencia también en las Romerías de Mayo (Holguín) y en la capital cubana.


Ente sus características más notables están la modestia, sencillez, humildad, bondad, desinterés y claridad tanto humana como política.


Perdón le pido a él y a mis amigos en este instante por no escribir la crónica que llevo dentro. El tiempo no me lo permite ahora. Solo he querido poner información general en manos de ustedes. 

Raffaele (Raffa, como le decían muchas personas) ha dejado de respirar. Pero no me atrevería a afirmar que ha muerto. Al menos yo, que siempre lo sentí como a mi padre o como a mi hermano mayor (y sé que como hijo o hermano menor siempre me vio) estoy preparado para darle merecidísima bienvenida... a la eternidad.

Muchas gracias.




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