miércoles, mayo 09, 2018
MEMORIA CONTRA FASCISMO
Desde el 9 de mayo
de 1945 hasta hoy, han transcurrido 73 años. Y, si el mundo no se deja
confundir por corrientes como las que pretenden imponer, a conveniencia, el
olvido de la historia, dentro de 70, o de 700 calendarios más, la humanidad
seguirá celebrando aquella victoria rusa, salvadora de una esclavitud global
que no se sabe a dónde hubiese conducido al planeta, si el fascismo
alemán no se hubiera visto obligado a capitular.
Aquí puede ver video: https://mundo.sputniknews.com/video/201805081078510199-capitulacion-alemania-acuerdo-urss-guerra/
De acuerdo con la historiografía, el acto de firma duró
apenas 45 minutos, a partir de las 00.43 (hora de Moscú), en la localidad de
Karlshorst, situada a las afueras de Berlín, por parte de los jefes nazis mariscal Wilhelm Keitel, el almirante Hans
Georg von Friederburg y el
general Hans Jürgen Stumpf, en representación de la Armada, la Infantería y el Ejército del Aire,
respectivamente, mientras por la parte soviética lo rubricó el mariscal Gueorgui Konstantínovich Zhúkov.
Empezaban a
expirar, así, años de penuria para millones de habitantes en los países
europeos ocupados por el fascismo alemán, víctimas no solo de los horrores
asociados al conflicto armado más grande de la historia: la Segunda Guerra
Mundial, sino también del infierno que significaron más de 70 campos de concentración,
nazis, en cuyo interior, se estima, fueron asesinados alrededor de seis
millones seres humanos, aunque, en realidad, nunca se sabrá la cifra exacta de
prisioneros ni de muertes allí.
Lo que países como Gran
Bretaña, Francia y los Estados Unidos vieron al principio como oportunidad para mantener su
potencia, debilitar a sus competidores imperialistas, enfilar al fascismo
contra la URRS y
liquidar al movimiento revolucionario mundial, se convirtió en un peligro sin
límite, que solo el heroico pueblo ruso fue capaz de encarar como correspondía,
hasta la victoria final.
Y fue, desde luego,
la URSS, la
nación que más alto precio humano y material puso durante la conflagración.
Baste saber que de los 60 millones de personas que murieron en la guerra,
alrededor de 27 millones, el 45 por ciento, correspondieron a la Unión Soviética.
Solamente en el
bloqueo a Leningrado, 900 días de tenaz resistencia, murieron más de 1 millón
200 mil soviéticos, cifra muy superior a las bajas totales de Inglaterra y
EEUU, durante todo el conflicto.
Tal y como
explicaba recientemente Galia Sidorenko, representante de la comunidad rusa en
Ciego de Ávila, quizás muchos lectores, sobre todo jóvenes, desconozcan que
el 41 por ciento de las pérdidas
económicas de la guerra las padeció la
URSS, territorio donde, por demás, los alemanes destruyeron
unas 1 710 ciudades y poblados, 32.000 industrias, 65.000 kilómetros
de vías férreas…
El ejército rojo no solo defendió a su país, en el contexto
de un enfrentamiento sin paralelo, al que los propios soviéticos llamaron la
Gran Guerra Patria, sino que, además, lanzó
una indetenible ofensiva, hasta Berlín, para liberar a Europa del fascismo
alemán.
A la luz de estos
días, hay voces queriendo tergiversar la verdadera historia. Por ello hace
apenas unas horas, en el contexto de la conmemoración de la victoria, el
presidente ruso Vladimir Putin, recordó
que hay quienes “ahora intentan borrar la hazaña del pueblo que salvó a Europa
y al mundo de la esclavitud, la exterminación y los horrores del Holocausto,
distorsionar, rescribir hechos de la guerra y ensombrecer el mérito de los
verdaderos héroes.
“Detrás de las
nuevas amenazas en el orbe están las mismas aberraciones del pasado: el
egoísmo, la intolerancia, el nacionalismo agresivo y las pretensiones de ser
exclusivos.”
Solo que la
humanidad tiene memoria y vergüenza para no olvidar los hechos, tanto dentro de
la propia Federación Rusa, como en La
Habana, donde cientos de corredores rusos y cubanos volvieron
a re editar la Carrera
de la amistad, o en un país como Italia, donde tampoco por casualidad han
tenido lugar actos para festejar “el Día de la
Liberación, en el aniversario 73 de la derrota del
nazi-fascismo”.