domingo, febrero 18, 2018
A LA CARGA EL TOMATE AVILEÑO
Aunque con un ligero desplazamiento, a causa de las más
recientes lluvias sobre el territorio, sigue avanzando bien la cosecha del
tomate en la provincia de Ciego de Ávila.
Tal es el criterio de directivos de la Agricultura, empeñados
en crear todas las condiciones, no solo para que se acopie el mayor volumen posible,
sino también para que fluya sin contratiempos el traslado del producto hacia la
industria, su recepción y procesamiento.
En ese último eslabón parece anidar el ruido o preocupación fundamental entre los productores, teniendo en cuenta las irregularidades que se
han presentado en años anteriores, sobre todo en los momentos cumbres o “pico”
de la cosecha.
Entre las razones que acentúan esa incertidumbre está la
imposibilidad de haber puesto en marcha, ya, la fábrica ubicada en el municipio de Majagua,
inmersa en un proyecto con la República
Popular China que, si bien avanza, todavía no se ha podido
concluir.
Por ello se torna vital una rigurosa organización de todos
los eslabones del proceso, para aprovechar al máximo las capacidades de la Unidad Empresarial
de Base Industrial Ceballos, también conocida como Combinado de Cítricos, apta,
según afirma Rodolfo Morales Pérez, director, para recibir más de 400 toneladas
cada día y procesar 10 000 en el mes.
Con igual propósito, ya reciben tomate cinco de las mini
industrias con que cuenta la provincia, en tanto se espera emplear, además, las
potencialidades de la fábrica La
Trocha (perteneciente al sector alimentario), la ubicada en Florencia y una
instalación afín, de la empresa azucarera.
El reto es grande. Si el pasado año Ciego de Ávila procesó
unas 20 000 toneladas de tomate, esta vez la aspiración inscribe no menos de 32
000 toneladas, alrededor de la mitad de ellas procedentes de Majagua, sin duda
el municipio que más tributa en ese cultivo.
Además de 2 185 hectáreas sembradas con destino a la
industria, la provincia debe totalizar unas 1 400 hectáreas
para el consumo, de las cuales hoy las estadísticas registran aproximadamente
la mitad.
Este, en fin, puede ser un buen año para el tomate y para
los tomateros. Tierra, agua y clima están contribuyendo a que así sea. Falta
por ver si la industria responde como debe ser.
(Tomado de mí mismo en Televisión Avileña)