martes, julio 25, 2017
SIN FIDEL, NO
Sin Fidel ,
no existe el 26.
No solo fue él quien lo hizo historia, quien lo vistió de
dignidad, de gloria, de un coraje estremecedor…
Fue, además, quien le siguió dando forma, vida y
prolongación perpetua, calendarios arriba.
Imposible, para los menos jóvenes, olvidar su permanente
comparecencia, año tras año, 26 por 26, frente a los ojos y a los oídos de Cuba
entera, desde la provincia que resultase ganadora de las actividades centrales
con motivo de la efeméride.
Entonces iba dibujando, como a punta de pincel verbal, uno
por uno los asuntos más importantes del momento.
Eran discursos de horas. No pocas. Más de una vez oí a
personas que me rodeaban preguntarse cómo era posible que Fidel resistiera
tanto tiempo de pie, hablando, meditando, sugiriendo, alertando, enseñando…
Yo, además, me pregunté en más de una ocasión, cómo podía
permanecer horas y horas hilvanando ideas, temas verdaderamente complicados,
del ámbito nacional o del internacional, lo mismo de economía, política,
educación, salud, deporte, ciencia… con una coherencia y una solidez realmente
asombrosas, creo que sin paralelo en la historia.
Y la gente se acostumbró a verlo, a tenerlo, a escucharlo en
cada 26.
A un acto, en esa fecha, sin él, “le faltaba algo”, le
faltaba lo principal: él.
Luego, cuando la salud empezó a pedir merecido espacio,
muchos comenzamos a tratar de asimilar como una realidad, su irreal ausencia
física. A fin de cuentas, lo que más contaba, para todos los agradecidos, era
que Fidel estaba, seguía, nos seguía y le seguíamos… ¡ahí!
Por eso prefiero incinerar la idea de que este será nuestro
primer 26 sin él.
Como mismo cada tarde baja, tal vez desde la montaña, una
blanca y mesiánica paloma, para posarse sobre el hombro derecho de la enorme
piedra donde duerme, bien despierto, El Comandante de todos los cubanos, así continuará
bajando él hasta el podio de cada tribuna, de cada 26 de Julio… así continuará
bajando él, para mezclarse con esa multitud dentro de la cual ya nada ni nadie
podrá impedir que siga multiplicándose.
(Escrito para la Televisión Avileña y traído a mi espacio personal)