sábado, julio 22, 2017
GOL CON FRAGANCIA FEMENINA
Un
poco tímida, quizás... pero decidida, qué a nadie le quepa duda.
Por
eso, desde que tenía un puñadito de años (cuando cursaba el cuarto grado de
escolaridad) decidió integrar, junto a niños varones, la nómina de un deporte
que, por lo general, la pupila familiar cubana solió ver siempre a través de un
prisma de machismo.
Por
suerte, no fue esa la visión del hogar donde florece Yurelis López Companioni,
en la norteña ciudad de Morón.
“Yo
no encontré resistencia para entrenar fútbol —asegura—, debe ser porque en mi
casa saben que es el único deporte que me gusta.
“Yo
miraba a los niños practicar y me parecía que los pies se me iban detrás del
balón... hasta que, por fin, me inscribí. Sé que, para algunas personas, no es
un deporte propio de mujeres. Y están en un error. Nosotras podemos ser también
buenas futbolistas. El entrenamiento es fuerte, hace falta mucha disciplina,
hay que ser muy exigente con una misma... pero, si te lo propones, puedes
avanzar.”
El
tiempo le ha mostrado a Yurelis cuánta razón tiene. Además de atacar con gran
acierto hacia la portería que le abre cada examen docente, en décimo grado, se
ha colado en el equipo femenino de Ciego de Ávila,
con el que ya acumula experiencias en la grama nacional.
“En
realidad, le vemos perspectivas —explica Maikel Rodríguez Lamadrid, entrenador–
por eso estamos trabajando con ella; nuestra aspiración y orgullo sería verla
formando parte de la selección nacional sub-20.”
El
camino es duro. La cuesta empinada. Escollos, pueden aparecer, incluso por
intermedio, mañana, de un amor que hoy no consta ni cuenta en el minutero de la
tierna jovencita.
“Pero
el día que llegue (el novio) tendrá que quererme a mí y también a mi fútbol.”
—asevera, despojada de toda aparente timidez, con la misma seguridad que recibe
un pase de balón, lo pasa de uno a otro pie, “enreda” al defensa contrario y
larga la patada que puede bajarle los humos al portero y remontar hasta las
nubes la ovación de quienes observan.