miércoles, junio 14, 2017
EL CHE ALMORZÓ CON NOSOTROS
Tiene Majagua
el privilegio que desearían tener todos los poblados o municipios cubanos.
Haber recibido al Comandante Ernesto Che Guevara
fue un acontecimiento que marcó para siempre a quienes viven allí.
Aparentemente sencilla, pero impresionante, una escultura ocupa espacio hoy en el lugar
donde, en 1963, él almorzó con obreros del sector petrolero.
¿Testigos
de aquel instante?
Por
supuesto que los hay. Uno de ellos es Felipe Denes Barrios, Fillo, quien
frecuentemente se siente invadido por los recuerdos de aquel día, cuando el
Che, entonces ministro de industrias, visitó la fábrica donde los majagüenses
procesaban frutas y vegetales.
“Deben
haberle explicado el proceso de conservación del tomate, de la piña y de otras
frutas —medita Fillo— pero lo que siempre acude a mi memoria fue el momento en
que lo invitaron a almorzar en un comedor que tenían los petroleros aquí.
“Un
compañero de nombre Felipe, a quien jocosamente la gente llamaba Pocajama, le
había preparado una mesa, adornada con vasos y tazas…
“Mire
Comandante —le dijo Felipe— esa es la mesa suya. Y sin pensarlo ni un segundo,
el Che le respondió: No, mi mesa está en mi casa. Entonces le echó mano a una
bandeja y fue para la pequeña cola que había, quedó entre Pedro Astengo y
Bayoya, cogió el almuerzo y se sentó con los demás trabajadores.
“Al
terminar, otro compañero llamado Carlos Placencia le trajo la cafetera, una
taza y le sirvió, pero él no tomó; preguntó quién había preparado el café y al
conocer que había sido el propio Carlos le dijo: pues usted es el primero el
tomar.
“Según
tengo entendido, ese día visitó los pozos de petróleo y allí también conversó
con trabajadores y dirigentes del territorio. Lo que no imaginábamos en aquel
entonces, ni en Majagua ni en ningún lugar de Cuba, era que cuatro años después
lo perderíamos… solo físicamente, pero lo perderíamos. Qué clase de hombre.
Cuántas enseñanzas nos dejó… a todos”