lunes, julio 06, 2015
OTRA VEZ -Y SIEMPRE- MI PADRE
Nunca me cansaré de escribir acerca de mi padre. Lamento no haberlo hecho antes con la
regularidad que él tanto merece. Todo padre bueno hasta la médula merece un
párrafo, una frase, una palabra de recíproco y agradecido amor.
Acerca de él tecleé algo hace unos meses. Fue una crónica
titulada Las manos de mi padre… en verdad un intento por evocar, mediante sus
callosas manos, la esencia campesina, obrera e incansablemente activa de un
hombre que dedicó toda su vida al trabajo, y aún después de jubilado sigue
pegado y apegado a él.
Este domingo 5 de julio tuve la dicha de abrazarlo otra vez;
sentir el ritmo de su bombeo interior, escuchar sus puntos de vista, sus
consejos, mirarle a los ojos y ver en ellos eso que en palabras jamás podré
reproducir.
Lindo mi padre, caramba. Lindo a sus 79 años. Lindo como un
niño, como ese niño que sigue siendo para mí: que soy también su niño.
Había que mirar la expresión de su rostro cuando le
encasqueté el sombrero de Yarey que un tiempo atrás me regaló la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños. Se lo puso y no volvió a quitárselo en todo el día.
Pero lo que en verdad lo puso como chiquillo con juguete
nuevo en mano fueron los espejuelos. La mirada le brilló cuando se los coloqué
con cuidado y le dije: son tuyos. Hasta almorzó con ellos puestos. Desde joven
le gustó llevar gafas. A mi madre le gustaba verlo así. Creo que le impregnaban
un aire de personalidad. A él le interesaba más el alivio que sentía detrás del
oscuro cristal, al volante de su camión, por terraplenes polvorientos y caminos
cañeros.
Por eso mi padre pasó todo el domingo con los espejuelos y
el sombrero puestos. Por eso también disfrutó tanto el antojo de una
instantánea junto a mi Reina esposa.
Proteja la vida su claro pensamiento bajo el ala de ese
yarey. Y protéjale también su no menos clara visión: esa que 79 años después de
haber nacido lo mantiene en el divino grupo de los buenos, de los nobles, de
los agradecidos.
Y tú, que aún lees estos apuntes tan soberanamente
personales, corre, corre donde tu padre o madre y abrázalos, háblales,
escúchalos. Ellos merecen y necesitan ese simple gesto a toda hora. No lamentes
mañana haber dejado de hacerlo ayer y hoy.
Comments:
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MUY SENTIDO EL ARTUCULO, MAS PARA QUIEN TE CONOCE Y HA TENIDO LA DICHA DE TENER TU ATENCION, PREOCUPACION Y AMISTAD, POR RAZONES MAYORES, LA DISTANCIA HOY ME IMPIDE CORRER HACIA LOS BRAZOS DE MI PADRE Y DE MI MADRE QUE TANTA FALTA ME HACEN, AUNQUE SINCERAMENTE LOS BRAZOS QUE MAS NECESITO SON LOS DE MI PEQUEÑA PRINCESA QUE ME HA HECHO ENTENDER MAS LOS SUFRIMIENTOS, AGONIAS Y ALEGRIAS DE MI MADRE.AGRADEZCO INFINITAMENTE LEERTE UNA VEZ MAS. GRACIAS A NUESTROS PADRES POR DARNOS MAS QUE LA VIDA, Y GRACIAS A TI POR BRINDARNOS TU TRABAJO Y TU CARACTER JOVIAL Y ALEGRE. SALUDOS SINCEROS
Las callosas manos de mi padre, que ahora me enorgullecen y cuando debí valorarlas me fueron indiferentes e incluso no me gustaba. Esas callosas manos por su rudo trabajo en construcción en que mi padre fue gañán, albañil, estucador, yesero, pintor, enfierrador... etc. y luego jefe de obras hasta ser un contratista de construcción, en que con un arquitecto hacían planos y calculaban lo que ocuparían en sus obras y también lo que pagarían a los obreros. Mi padre, que superó niñez sin madre y con sólo el recuerdo de un padre castigador, que estudió lo que su abuela alcanzó a enviarlo al colegio...4° preparatoria y con las 4 operaciones elementales, trabajaba en cálculos codo a codo con el arquitecto ... que tuvo todas las características que hoy se dicen que son propias de los peores delincuentes: sin madre, padre castigador, que nunco tuvo un juguete ... pero que el Señor le regaló los sentimientos y valores que nos heredó y quedaron para siempre en nosotros su hijo e hijas que póstumamente reconocemos que mi padre, se ganó el cielo y espero el Señor le entregó el premio que merecen los justos.
Amén.
Amén.
Gracias Luis, gracias Angelita. Lo menos que podemos hacer todos es valorar en su justa dimensión la siempre ilimitada dimensión humana de nuestros padres y de nuestra familia toda. No por casualidad el Papa Francisco está insistiendo tanto en asuntos como ese.
Yo me siento realmente honrado y estimulado con las sencillas pero muy profundas palabras escritas por ustedes acerca de mi breve crónica... o como se le quiera definir. No importa su género en el terreno periodístico. Me interesa solo el placer de saber cuánto adoro a ese "viejito moderno, tierno y comprensible" para el que pido mucha salud y años de vida… como para todo padre y madre en el Universo familiar de los demás.
Yo me siento realmente honrado y estimulado con las sencillas pero muy profundas palabras escritas por ustedes acerca de mi breve crónica... o como se le quiera definir. No importa su género en el terreno periodístico. Me interesa solo el placer de saber cuánto adoro a ese "viejito moderno, tierno y comprensible" para el que pido mucha salud y años de vida… como para todo padre y madre en el Universo familiar de los demás.
Emocionada al leer su articulo, que Dios bendiga a su padre y a usted que lo tiene a su lado, perdi el mio con 87 años, pero fue una persona increible en todo el sentido de la palabra, hoy sigo contando historias de él como si estuviera a mi lado todavia.
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