lunes, abril 28, 2014
UN ÁNGEL LLAMADO ÍÑIGO
Nunca lo vi. No tuve ese privilegio. Pero a Ángel Iñigo
Blanco siempre lo sentí cercano, muy cercano. Tal vez esa sensación me llegaba
por vía de la profunda admiración que siento hacia su obra. Quizás por mi origen:
tan campesino como el suyo. Lo cierto es que, sin haberlo visto nunca, lo he
sentido familia.

No muchas personas tienen el don de ascender –sin proponérselo- a la cumbre, de forma empírica o autodidacta,
en actividades donde normalmente otros individuos requieren una especializada
preparación.
Iñigo es como el Polo Montañez pinareño: pura creación,
virtuosismo natural, hombre admirado por pupilas, voces y oídos de toda Cuba y
de muchas partes del mundo.
Sé que desde niño mostró gran inclinación por el modelado en
barro y cera de cuanta figura tuviera que ver con animales. Nunca experimentó
el placer de ocupar un pupitre de la enseñanza artística.
En cambio nada lo detuvo. Por ello ideó de forma artesanal o
rústica instrumentos que hicieron respirar y moverse con forma concreta hasta
las más quietas piedras del relieve guantanamero.
Su impresionante zoológico de piedra seguirá asombrando a
generaciones enteras, a la par de las pisadas del tiempo.
Obras suyas ocupan merecido espacio en otras zonas del país.
Las Tunas, por ejemplo, se honra con piezas como el Trovador
campesino, que parece dar la bienvenida a quienes visitan El Cornito: lugar
donde vivió en el siglo XIX Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé): máximo
exponente cubano de la décima en aquella centuria.
El nombre de Íñigo se inscribe, por demás, entre los que
junto a Rita Longa Aróstigui ayudaron a rescatar el movimiento escultórico
cubano, precisamente desde Las Tunas, a finales de la década de 1970.
Si, como suelen decir nuestros abuelos cuando alguien fallece,
“Dios lo tenga en la gloria”, tengámoslo entonces también aquí, entre nosotros,
pie en tierra y cincel en mano, esculpiendo animales, dejando su original y
personalísimo sello, modelando en fin los contornos del tiempo.
domingo, abril 27, 2014
SOLO CINCO MINUTOS
Así, con ese encabezamiento a modo de Asunto, acaba de llegar a mi buzón un nuevo mensaje.
Viene desde Europa, pero en verdad su contenido tiene genuino origen en mi Cuba.
Se trata de unos versos escritos el pasado 17 de abril por una mujer holguinera llamada Ana Evelia Ronda Pérez.
Ese día Ana Evelia visitó la "Celda del Hueco" o la instalación "No agradezcan el silencio", del artista de la plástica Alexis Leyva Machado (Kcho), expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes.
La obra de Kcho está inspirada en los 17 meses que Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González permanecieron en la llamada Unidad de Albergamiento Especial -conocida como El Hueco- en el centro federal de detenciones de Miami.
Profundamente impresionada por la capacidad del artista para reproducir la estancia de nuestros Cinco Hermanos en ese brutal recinto, Ana Evelia escribió los versos que aparecen a continuación de esta imagen, donde aparecen Kcho y Fernando González LLort.
Viene desde Europa, pero en verdad su contenido tiene genuino origen en mi Cuba.
Se trata de unos versos escritos el pasado 17 de abril por una mujer holguinera llamada Ana Evelia Ronda Pérez.
Ese día Ana Evelia visitó la "Celda del Hueco" o la instalación "No agradezcan el silencio", del artista de la plástica Alexis Leyva Machado (Kcho), expuesta en el Museo Nacional de Bellas Artes.
La obra de Kcho está inspirada en los 17 meses que Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González permanecieron en la llamada Unidad de Albergamiento Especial -conocida como El Hueco- en el centro federal de detenciones de Miami.
Profundamente impresionada por la capacidad del artista para reproducir la estancia de nuestros Cinco Hermanos en ese brutal recinto, Ana Evelia escribió los versos que aparecen a continuación de esta imagen, donde aparecen Kcho y Fernando González LLort.
SOLO CINCO MINUTOS
Quise sentir el dolor
Que mis hermanos sintieron
Cuando aislados los tuvieron
Por tanto odio y rencor.
Fue terrible la impresión
Por solo cinco minutos.
En aquel lugar de luto
Más allá de la prisión.
Un dolor fuerte absoluto
Yo pude experimentar.
Sentí rabia de lo injusto.
De aquella tanta crueldad.
De impotencia y sentimiento
No pude mas que llorar.
Quise sentir el dolor
Que mis hermanos sintieron
Cuando aislados los tuvieron
Por tanto odio y rencor.
Fue terrible la impresión
Por solo cinco minutos.
En aquel lugar de luto
Más allá de la prisión.
Un dolor fuerte absoluto
Yo pude experimentar.
Sentí rabia de lo injusto.
De aquella tanta crueldad.
De impotencia y sentimiento
No pude mas que llorar.
Ana Evelia Ronda Pérez
Holguín, Cuba.
Cinco Héroes cubanos en
la Unidad de Albergamiento Especial (Special House Unit), conocida como
El Hueco, en el FDC (Federal Detention Center), de Miami, donde
permanecieron por 17 meses a pesar de que el reglamento de prisiones de
Estados Unidos reduce a 60 días el tiempo máximo de castigo
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
La idea partió de la
experiencia vivida por los Cinco Héroes cubanos en la Unidad de
Albergamiento Especial (Special House Unit), conocida como El Hueco, en
el FDC (Federal Detention Center), de Miami, donde permanecieron por 17
meses a pesar de que el reglamento de prisiones de Estados Unidos reduce
a 60 días el tiempo máximo de castigo.
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
La idea partió de la
experiencia vivida por los Cinco Héroes cubanos en la Unidad de
Albergamiento Especial (Special House Unit), conocida como El Hueco, en
el FDC (Federal Detention Center), de Miami, donde permanecieron por 17
meses a pesar de que el reglamento de prisiones de Estados Unidos reduce
a 60 días el tiempo máximo de castigo.
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
Ver más: Kcho: arte contra la injusticia http://www.trabajadores.cu/20140324/kcho-cuestiona-sistema-penitenciario-norteamericano/
lunes, abril 14, 2014
GALENOS EN MINIATURA
- No tengas miedo, verás que no te va a doler nadita –dice la “Doctora”.
Aún así la niña que interpreta el rol de paciente refleja
cierto temor a flor de rostro. Aunque sea de juguete, esa jeringuilla no le
causa la mejor impresión…
La diminuta doctora y su ayudante, en cambio, mantienen
total ecuanimidad.
Nadie ha preparado tal escena. Son niñas y niños del círculo
infantil Zapaticos de Rosa, en Las Tunas, que juegan inmersos en su mundo de
sueños y de fantasías. Si supieran que los miro de soslayo, posiblemente les
invada cierta pena y hasta pongan fin al excelente desenvolvimiento que
protagonizan en materia de “asistencia médica”. Por ello finjo no ver nada,
mientras apunto con el lente de la cámara, en un intento por encuadrarlo todo.
Parece que lo he logrado. A esta misma hora, miles de niñas
y niños se entretienen también en instalaciones similares diseminadas por todo
el país.
Estos quieren ser médicos. Tal vez el tiempo –en un abrir y cerrar de párpados- los
convierta en magníficos galenos… como los que ahora mismo hacen salud aquí en Cuba o
como los más de 50 000 que hoy ponen sus conocimientos al servicio de la vida
humana en otras tierras del mundo.
Vuelvo a mirar a estos pequeñines y me percato de algo
incuestionable: son la semilla; en ellos está la huella de la Salud.
jueves, abril 10, 2014
CÍRCULOS DE TERNURA
Yo no tuve el privilegio de asistir a ninguno. Mi primera infancia transcurrió en una zona rural tremendamente intrincada. Pero siempre he sentido una admiración profunda y especial por los Círculos Infantiles.
Millones de jóvenes y adultos llevan hoy, y conservarán por siempre, vivencias de su paso por esas instalaciones, hechas a la medida del cariño y de la ternura.
Surgieron el 10 de abril de 1961 como resultado de la humana esencia que distingue a la Revolución cubana. Eso nadie puede negarlo.
Vilma, nuestra eterna Vilma Espín, fue su máxima inspiradora. Bien sabía por entonces cuánto alivio traería aquella alternativa para la mujer trabajadora.
Estadísticas publciadas por nuestros medios de prensa daban cuenta el pasado año de casi 1 100 círculos diseminados por toda la geografía nacional, con una matrícula cercana a los 135 000 niños y niñas menores de seis años.
Lamentablemente, la hostil etapa posterior al año 1990 (conocida como Período Especial), el brutal bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país y la crisis sistémica del capitalismo (con impacto en todo el planeta), han atentado directamente contra ese noble programa de la educación cubana. Aún así, los círculos siguen en pie, avanzando, marcando pautas, dejando sensible huella.
Por eso, frecuentemente me detengo junto a la cerca perimetral de esas instalaciones, a contemplar la dicha con que las niñas y niños juegan, ríen, cantan, preguntan, intercambian y sueñan, bajo la altísima atención de rostros anónimos en cuyo interior sigue anidando mucho, mucho Amor.
EL PRINCIPITO DE TODOS
Nadie lo dude. Ni murió, ni está borrado de la memoria. Generaciones enteras –e incluso “enterradas”- lo conservan. Aún así, El Principito ha vuelto.
Trece minutos de documental ponen otra vez ante nosotros al inmortal y trascendente personaje creado por el escritor y piloto francés Antoine de Saint Exupery.
¿Quién no leyó en su niñez o releyó sin distinción de calendario después, esa aprehensiva novela, apta para todas las edades, idiomas y geografías?
Es un verdadero privilegio que 71 años después de haber
visto luz por vez primera sobre el pergamino impreso, nos lleguen nuevos puntos
de vista acerca de El Principito mediante un atractivo soporte audiviosual que
aborda la tesis del posible vínculo entre la novela y un segmento de geografía
salvadoreña como posible paraje para la inspiración literaria de Exupery.
Sea este documental del periodista y realizador cubano
Miguel Fernández exquisita oportunidad que aprovechemos todos para comprender
cada vez más el sentido de aquella frase que nunca hemos olvidado, desde
nuestra remota niñez: “Lo esencial, es invisible a los ojos”.
martes, abril 08, 2014
FELIPA VIENE A MÍ
Con la cercanía del Primero de Mayo, vuelve a mi recuerdo Felipa de Armas: la tierna y alegre anciana que cada año desfila junto a los trabajadores y al pueblo de Las Tunas, en plena Plaza de la Revolución...
Cuando la vi por vez primera subiendo la cuesta, con una banderita cubana en su mano derecha, Felipa tenía 100 años de edad.
El pasado año lo hizo con 104 calendarios de fecunda vida.
Desde entonces no he vuelto a verla, pero dudo que deje escapar la oportunidad de volver a ser y a sentirse feliz este Primero de Mayo, entre las generaciones de una ciudad que la respeta, admira y quiere.
martes, abril 01, 2014
FERNANDO ENTRE NOSOTROS
Han transcurrido las horas, pero la imagen, el recuerdo y la emoción continúan dando vueltas por la cabeza y por todo el cuerpo.
Nadie organizó nada. Fue una verdadera y agradable sorpresa que al subir
por la escalera hacia la segunda planta del Palacio de las Convenciones
Fernando González LLort estuviera allí, vestido de impecable y bien cubana
guayabera blanca. Junto a él, su adorada Rosa Aurora, René González, Olga
Salanueva… Todos aguardaban por el inicio de la Primera sesión
extraordinaria de la Octava
legislatura de la
Asamblea Nacional del Poder Popular.
No sé si fue el diputado tunero Alcímar Demetrio Peña, quien primero me
pidió le hiciera una foto junto al Héroe antiterrorista cubano, recién liberado
del injusto confinamiento en que permaneció durante 17 años y 9 meses, allá, en
cárceles norteamericanas.
Lo cierto es que en un abrir y cerrar de ojos sobrevinieron numerosas
peticiones, aceptadas en todos los casos por Fernando, con una sonrisa a flor
de labios y una sencillez verdaderamente impresionante.
Interesados en estrecharle la mano y conservar un recuerdo gráfico de
aquel trascendental momento, colegas de la televisión se acercaron a él.
También lo hizo la presidenta de la
UPEC santiaguera Lourdes Palau, las jóvenes Leticia Martínez
Hernández y Yaíma Puig Meneses, Ivón
Albelo y hasta Tubal Páez Hernández, quien dirigió hasta julio pasado los
seguros pasos de nuestro gremio en la nación.
Cuántos cubanos hubieran deseado estar allí en aquel instante, saludar a
ese Gigante (como tan genial y acertadamente lo calificó Gerardo Hernández),
sentir el firme apretón de su inclaudicable mano, envolverlo en un abrazo,
transfundirle aliento o recibir por intermedio de su voz esa inyección que todos
necesitamos –aún más- para seguir emprendiendo acciones eficaces que conduzcan
al regreso, cuanto antes, de Gerardo, Tony y Ramón.
Fernando, en fin, estaba y estuvo allí, en el Palacio de las
Convenciones. Pero su proverbial modestia lo hizo estar también entre
“nosotros”: quienes tuvimos el privilegio de abrazarlo en nombre de todos los
trabajadores de la prensa y del pueblo cubanos.