lunes, octubre 11, 2010
De hoy... PARA MAÑANA

Todo sucedió tal y como supuse… A mi gente poco le importó aquella lloviznita impertinente fastidiando antes de que amaneciera. Allá nos fuimos, a pleno campo, a sembrar posturas de caoba, cedro, majagua, guayaba, tamarindo, guanábana y qué sé yo cuántas variedades más.
Y en verdad fue una linda jornada; de esas que uno agradece porque deja algo útil, sobre todo para las generaciones que vendrán, para la vida, para el futuro de nuestros nietos…