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Al igual que cuatro compatriotas más, lleva casi diez años prisionero en el imperio del norte por luchar contra el terrorismo


De acuerdo con una información dada a conocer desde territorio norteamericano por el Comité Nacional para la Liberación de los Cinco cubanos injustamente prisioneros en ese país, Ramón Labañino ha sido transferido a la prisión federal de McCreary, en Kentucky: estado que se localiza al oriente del país, limitando con Tennessee, Indiana, Illinois, Ohío, Virginia, West Virginia y Missouri.

La nota informa que, aún cuando la esposa de Ramón (Elizabeth Palmeiro) declaró que él se encuentra con buen ánimo y salud, en toda la familia se incrementan la necesidad y el deseo de visitarlo.

Ese elemental derecho se ha visto perjudicado en los últimos dos años por la morosidad del gobierno norteamericano para otorgarles las visas correspondientes a Elizabeth y a las tres hijas de Ramón.

Ese sueño pudo haberse convertido en realidad en enero, cuando Ailí, la mayor de las tres hijas, recibió autorización, pero el momento de la visita coincidió con un "lockdown" (encierro aplicado a todos los prisioneros) y fue imposible en reencuentro con su padre.

Tal y como se conoce, e indigna a millones de personas en todo el Planeta, tales arbitrariedades no solo han tenido lugar contra los derechos de Ramón Labañino y su familia. También Gerardo Hernández y René González han sido víctimas de igual violación, al llevar diez y ocho años, respectivamente, sin poder ver a sus esposas (Adriana Pérez y Olga Salanueva), como consecuencia de la negativa de las autoridades del imperio para conceder las visas.

A casi una década de injustificado encierro, lejos de provocar depresión, desaliento o renuncia a los principios, esas irreguaridades acentúan cada vez más el patriotismo de los Cinco luchadores antiterroristas cubanos, la digna postura de sus familiares y el clamor que se levanta desde todos los rincones del mundo para exigir la única y justa solución: la libertad de todos y su inmediato retorno a Cuba.

Expresión de ese sentimiento serán las miles de cartas, mensajes y llamadas que llegarán (y hasta las que posiblemente sean interrumpidas o retardadas) este 4 y 9 de junio, cuando Gerardo y Ramón arriben a un año más de sus respectivos nacimientos.

En fechas así cree el poderoso imperio doblegarles la alegría, sin saber que les multiplica todo: hasta el ejemplo.



(Gracias al Comité Nacional podemos acceder a este mapa para ubicar mejor el lugar hacia donde fue transferido Ramón)