sábado, diciembre 17, 2005
DE MI LENTE A TU PUPILA

Ni siquiera sé cómo te llamas, Pequeña Princesa. Pero el lente, fortuito, de mi cámara le ha puesto nombre a tu semblante, mientras jugabas en uno de los círculos infantiles de mi pueblo. Podrías llamarte, sencillamente, FELICIDAD.
... y no eres excepción. Como tú, miles de niños cubanos les sonríen al futuro, porque no es de llanto su presente.