viernes, marzo 20, 2015

 

ADIÓS DE PUEBLO AL GENERAL PANCHÍN





Con el pesar que provoca toda muerte y la admiración que en su pueblo solo siembran quienes se entregan a él, los tuneros acaban de despedir al General de Brigada (R) Gerardo Ginarte Espinosa, a quien todos siempre llamaron y seguirán recordando entrañablemente como Panchín.

Nacido el 17 de diciembre de 1932, Gerardo fallece como consecuencia de complicaciones posteriores a una intervención quirúrgica realizada tras sufrir un trauma con hemorragia cerebral.

Sabían, quienes acudieron al Memorial Vicente García González y acompañaron luego el cortejo fúnebre hasta el cementerio de igual nombre, que la ciudad y Cuba le rendían honores a un hombre de origen humilde, obrero, a quien la pasión revolucionaria enroló con apenas 25 años de edad en actividades clandestinas (1957) y en la lucha guerrillera unos meses después.

Con una conducta igualmente intachable desde el enero victorioso, Panchín marcó pautas de claro patriotismo a favor del orden y de la tranquilidad que todo pueblo en Revolución requiere cuando triunfa su justa causa y se retuercen los que odian y dañan. 

La inserción en los Órganos de la Seguridad del Estado, su rol en el buró creado para enfrentar y neutralizar a las bandas contrarrevolucionarias, su labor de contrainteligencia en Baracoa y Guantánamo, su brillante aporte internacionalista en Angola y sus resultados como Delegado del Ministerio del Interior en la provincia de Las Tunas son hitos de una trayectoria digna de referencia para las actuales y futuras generaciones de combatientes y de cubanos en general. 

Por ello, identificados con el dolor de familiares, compañeros de lucha y amigos, el General de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra, Ministro del Interior, y su Viceministro Primero, el General de División Carlos Fernández Gondín, dedicaron sendas ofrendas florales, a nombre de la institución armada en todo el país y del pueblo cubano.

Sintetizando el sentir común, el Mayor Weimar Oquendo Reyes, Jefe del organismo político del MININT en la provincia, afirmó durante la despedida del duelo: “Perdurará junto a nosotros la huella imborrable que Gerardo Ginarte Espinosa deja en todos los lugares donde trabajó.”



miércoles, marzo 04, 2015

 

LA COUBRE SIGUE DOLIENDO



Alguna esquina de este 4 de marzo me traslada una vieja e irremediable sensación de dolor y muerte.

Nada tiene que ver con la realidad que me rodea hoy. Huele a ayer, a pasado, a un lapso de 55 años con obligado efecto de presencia.

Los menos jóvenes no olvidan aquellas dos explosiones a bordo del buque francés La Coubre, anclado en puerto habanero. Yo no había nacido aún, pero me parece recordarlo con extrema nitidez. Así duele el dolor, de abuelos, a padres, a hijos...


Era el cuarto día de marzo de 1960. 

Ni descuido ni accidente. Las investigaciones mostraron que, al no poder impedir la adquisición de un importante lote de pertrechos de guerra (para la legítima defensa de la soberanía cubana) agentes de la CIA situaron material explosivo en la bodega del mencionado vapor para que estallara durante las labores de descarga en puerto.

El destrozo humano y material fue infernal. A 55 años el dolor no es menos. Cientos de familias llevarán amarga secuela de generación en generación.

Un día después volvería a temblar La Habana por intermedio de la gigantesca congregación que protagonizó el pueblo en la intersección de las calles 23 y 12.

Fidel fue genial como siempre. Los sucesos de la víspera no habían sido fortuitos o accidentales, sino obra de un premeditado y pérfido sabotaje. Ceñida en un solo puño, la multitud respaldó su vertical postura y el nacimiento de la frase que hoy sigue siendo fuente de convicción y de aliento: Patria o Muerte, a la cual tres meses y dos días después el propio Comandante le sumaría la palabra ¡Venceremos!



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