domingo, agosto 31, 2014
LA FLOR SILVESTRE DE RÍO GRANDE
Traigo a mi espacio esta crónica escrita por mi Reina (Torres Pérez), acerca de Tania La Guerrillera.
Gracias, mi amor, por evocar tan sensiblemente a una mujer de tantas y tan profundas dimensiones.
Gracias, mi amor, por evocar tan sensiblemente a una mujer de tantas y tan profundas dimensiones.
LA GUERRILLERA DE SIEMPRE
Por Reina Torres
Foto de
Archivo
Es ella. Ahí está. Sigue siendo la activa, la leal, la inteligente
traductora, la versátil colaboradora. Haydée Tamara Bunke Bider, “Tania la Guerrillera”, nació el
19 de noviembre de 1937, en Alemania. De padre alemán -Erich Bunke- y madre
polaca (Nadia Bider), se convirtió en hija de América, del mundo.
Es ella la que con sólo 18 años es admitida en las filas del Partido
Socialista Unificado de Alemania (PSUA) y en 1966 ingresaba a las filas del
Partido Comunista de Cuba. Antes había conocido al Che, en 1960, y desde que lo
hizo supo que aquel hombre era lumbrera, era guía. Y lo siguió, como siguen los
soldados fieles a su capitán valiente.
Cuba la acoge, la recibe en 1961 y desde entonces será nuestra la
argentino-alemana. Por eso labora en el ICAP, en el Ministerio de Educación y
en la dirección nacional de la
Federación de Mujeres Cubanas. Ella que no había nacido en
esta tierra pero que se sentía una cubana más. Ella la de conducta y
trayectoria como luchadora y revolucionaria consecuente e intachable, se
vincula definitivamente a la guerrilla, bajo las órdenes del Comandante Juan Vitalio Acuña Núñez,
«Joaquín» en la gesta en Bolivia.
De ella y sus compañeros de lucha, sabemos que aquel fatídico 31 de
agosto de 1967 se encontraban tan solo a un kilometro del grupo del Che. Pero
la traición cumplió su tarea y los guerrilleros fueron emboscados y masacrados
por el enemigo. El cuerpo de Tania el penúltimo en sumergirse en la rápida corriente del río. El
agua casi le llegaba hasta la cadera cuando se escucharon las primeras ráfagas.
Intentó agarrar su fusil pero una bala le atravesó el pulmón. La corriente la
arrastró tendiéndola luego sobre un remanso. Los soldados no encontraron su
cadáver hasta siete días después.
Desde entonces sería la flor
silvestre del Río Grande.
Sería también nuestra flor.
Una flor con un aroma similar al de Celia, al de Vilma, al de Haydée Santamaría
o al de Melba. El aroma de tantas mujeres que inspiradas en su ejemplo entregan
su quehacer a otras hermanas naciones.
Graziella Pogolotti, insigne intelectual cubana,
señalaría oportunamente en una ocasión que el internacionalismo revolucionario
no es etiqueta que corresponda al aventurero, sediento de nuevas experiencias.
Nace de un profundo arraigo, como el de Tania en el recuerdo de su Argentina
natal, de un genuino rechazo de la explotación como el de Tania renunciando al
camino seguro que le brindaba la
RDA, al trabajo creador en la Cuba revolucionaria recién descubierta, al amor y
la amistad posponiendo sus proyectos personales por acudir allí donde otros
hombres necesitan redención.
Es ella, la que permanece firme en el Destacamento
de Refuerzo, brindando certezas y creyendo en un mundo mejor. Gracias querida
guerrillera.