viernes, agosto 25, 2006

 

Dulce Visión

Con la mayor naturalidad, Dayrelvis me comentó animada: “Acaban de operar a mi abuela de cataratas”.
- ¿Y qué edad tiene? -le pregunté por curiosidad.
“En septiembre cumplirá 80 años”

- ¿Vive aquí mismo en la ciudad de Las Tunas?
“¡Qué va!, vive en Amancio” (sureño municipio a unos 90 kilómetros de la cabecera provincial)…

En verdad pude haber hecho decenas de preguntas más, pero ninguna hubiera sustituido al placer de saludar personalmente a la privilegiada y al mismo tiempo agradecida anciana que, honrando su nombre (Dulce María Iglesias) me recibió envuelta en ternura.

Visitarla, allí, en la propia sala de oftalmología del hospital Ernesto Guevara, no era un capricho, sino la posibilidad de constatar, una vez más, lo que ni en sueños imaginan millones de personas en el mundo…

Me refiero a cómo, independientemente de sus 80 abriles, de su humilde origen social y de la oscura tez de su piel, esta octogenaria mujer fue beneficiada, de forma totalmente gratuita, mediante una intervención quirúrgica que ahora le permite continuar apreciando mejor todo cuanto le rodea.

Dulce María no es excepción. Aunque los enemigos de Cuba se empeñen en distorsionar la realidad, miles de personas, de todas las edades, ven realizado aquí ese derecho, al cual también acceden cada vez más latinoamericanos, caribeños y habitantes de distintas latitudes, gracias a la ayuda que ofrece este pequeño país a favor de la vida en otras tierras del mundo.

martes, agosto 15, 2006

 

ME SIENTO MUY FELIZ

Por la repercusión que tuvo, y continúa teniendo, el más reciente mensaje del Comandante en Jefe Fidel Castro, sitúo en este pequeño espacio el texto de ese documento, que también hace sentir MUY FELICES a millones de cubanos y de personas residentes en otras latitudes:



Queridos compatriotas y amigos de Cuba y del resto del mundo:

Ya hoy día 13 he arribado a los 80 años de edad.

Decir que la estabilidad objetiva ha mejorado considerablemente no es inventar una mentira. Afirmar que el período de recuperación durará poco y que no existe ya riesgo alguno, sería absolutamente incorrecto.

Les sugiero a todos ser optimistas, y a la vez estar siempre listos para enfrentar cualquier noticia adversa.

Al pueblo de Cuba, infinita gratitud por su cariñoso apoyo. El país marcha y seguirá marchando perfectamente bien.

A mis compañeros de lucha, eterna gloria por resistir y vencer al imperio, demostrando que un mundo mejor es posible.

Hoy, 13 de agosto, me siento muy feliz.

A todos los que desearon mi salud, les prometo que lucharé por ella.

martes, agosto 08, 2006

 

MAS DE 7 400 DÍAS ARREBATADOS A LA MUERTE

Ningún latinoamericano había vivido tanto tiempo con un injerto cardíaco, como el tunero Héctor despaigne.

Hace más de 7 400 días (el 29 de marzo de 1986) en cualquier otro país del mundo Despaigne se hubiera visto en un trance más oscuro que la tez de su pura y cubana piel…

El solo hecho de ser negro y de pertenecer a una familia muy humilde, habrían sido desgracia suficiente para que aquel muchacho delgaducho, cuyo corazón ya no resistía más a causa de una severa cardiopatía valvular, hubiese fallecido, sin la oportunidad de ser trasplantado a tiempo.

Pero como en Cuba esa compleja intervención quirúrgica transcurre de manera totalmente gratuita para cualquier persona, ese día un equipo multidisciplinario del Hospital Hermanos Ameijeiras asombró y enorgulleció una vez más al país, sustituyendo el ya fatigado e insuficiente corazón de aquel niño.

DOS DECADAS DE FELICIDAD
No fue la casualidad quien le abrió puertas a la alegría durante veinte años, cuatro meses y nueve días en el hogar de la familia Despaigne Guillén.

La probada profesionalidad de los especialistas que tomaron parte en la operación, primero; el minucioso seguimiento, después, y el rigor con que el propio Héctor cumplió en todos estos años cada indicación, explican por qué ese entrañable tunero se convirtió en el latinoamericano que más tiempo vivió con un injerto cardiaco.

Su estado de salud llegó a remontar niveles tan normales de comportamiento que, sin violar ninguna prescripción médica y sin descuidar el tratamiento, Despaigne practicaba deportes, asistía a fiestas, montaba bicicleta y realizaba las mismas actividades que otras personas de la sociedad.

Sin saberlo (ni proponérselo) se fue convirtiendo en un símbolo del alcance y del humanitarismo de la ciencia médica en la Revolución Cubana.

Quienes lo conocimos de cerca, sabemos que el cariño hacia Margarita, su mamá, y la devoción por su pequeña hija Elba Daniela, nacida hace siete años, fueron la principal motivación para cuidar lo más preciado: la vida.

Sabía perfectamente que, según publicaciones especializadas, las personas trasplantadas de corazón viven, como promedio, unos cinco años más. Al tocar cima el pasado mes de julio, ya Despaigne acumulaba más de 20 años disfrutando la que él mismo definió varias veces como su "segunda vida".

Un shock séptico, en cambio, se interpuso en su camino este domingo 6 de agosto. Dos días después, familiares, vecinos y pueblo tuneros, daban sepultura a los restos del entrañable hijo de esta ciudad, en el cementerio Vicente García.

Para prestigiosos representantes de la medicina cubana, como el doctor Noel González (quien encabezó aquella exitosa operación), la doctora Elba Garzón (quien le dispensó permanente seguimiento durante años) o los cardiólogos tuneros Roberto Rabert y Santiago Batista… el dolor es tan sensible e intenso como en Margarita Guillén, aún cuando ellos saben que fueron sus manos la segura aldaba de donde se asió aquel niño para escabullirse entre las garras de la muerte y conocer durante veinte años, el privilegio (derecho elemental) de la vida.

Tal vez por ello, en lo más profundo de su pecho, Margarita guarda, virgen e inalterable, la gratitud hacia todos los que le permitieron besar cada noche la frente de Héctor antes de ir a la cama… tal y como, en su momento, han podido hacer los familiares de más de un centenar de cubanos, trasplantados de corazón desde diciembre de 1985.

lunes, agosto 07, 2006

 

LA GRATITUD ES NUESTRA

Confieso que debí situar desde hace varios días esta foto en mi página personal.


Entonces el texto habría tenido quizás su centro de interés en la gratitud de Consuelo Salas Valladolid hacia la Dirección Provincial de Cultura aquí en Las Tunas, por el modo en que la página web de esa entidad cubana ha ayudado a difundir la riqueza cultural de Perú.

O tal vez unos días atrás mi weblog habría realzado, de manera especial, cómo esa entrañable hermana peruana donó al patrimonio tunero (y cubano) un grupo de esculturas, un óleo del artista Juan Carlos Ñañaque y una colección personal de muñecas, hechas artesanalmente con ese amor de pecho y manos que funde pueblos.

Pero hoy, luego de abrir mi buzón y encontrar el más reciente mensaje de Consuelo, no puedo hacer otra cosa que estremecerme, agradecer su sensibilidad humana y la manera en que se solidariza con nosotros, los cubanos, al expresar:

Mi amada familia cubana , estoy consternada por el momento que estamos viviendo . Pero eso sí, pase lo que pase, estoy dispuesta a la lucha por el respeto a la dignidad nacional.

Con todo mi corazón, un abrazo fraterno y solidario desde Perú.

Consuelo Salas

martes, agosto 01, 2006

 

SALUD DE ACERO

Posiblemente los dos puntos o extremos más opuestos de la ciudad donde vivo (Las Tunas) sean el Hospital Pediátrico y la empresa ACINOX (gigantesca acería).

Este 1 de agosto he tenido el privilegio de apreciar en ambas instalaciones ese clamor generalizado en que amanecieron envueltos los centros de trabajo, estudio, servicios, unidades militares, hogares, calles, barrios, bateyes y ciudades del país, tras la Proclama dirigida a todos los cubanos por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.



Que nadie (más allá de las fronteras) se llame a engaño: un verdadero océano de voces, y de corazones, está pidiendo lo mismo, a unísono: rápida recuperación para Líder Cubano luego de la intervención quirúrgica a que fue sometido.

Primero escuché tal reclamo en esos hombres que día tras día funden toneladas de acero. Y luego en voz de enfermeras, técnicos, médicos y otros trabajadores de la Salud, que minuto a minuto funden toneladas de Vida.




…Vida como la que desde todo el planeta le desean millones de seres humanos al Estadista de Cuba. Vida como la que amplía continuamente expectativas de existencia entre los hombres y mujeres de este Archipiélago. Y Vida como la de esa niña, cuya ternura pude captar precisamente en el Hospital Pediátrico, mientras en brazos de su mamá olvidaba su enfermedad acariciando la imagen de Fidel.

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